"Los clientes reservan la torrija antes de mirar la carta"
Carrasco sirve contadas a diario una treintena de torrijas que les quitan de las manos y que hoy por hoy no tienen competencia

Entrevista con Juanmi Carrasco, de Hermanos Carrasco
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Jerez de la Frontera
La torrija, ese manjar que nos retrotrae a cuaresmas y semanas santas de nuestra niñez, sigue pidiendo paso en las cocinas de nuestros hogares, en las pastelerías y confiterías, pero también en las cartas de los locales con más fama. Como cualquier otro plato, se basa en su concepción clásica, pero se abre a nuevas técnicas, ingredientes y recetas que la enriquecen.
Este año las hemos probado en Abocallena de todas las hechuras. Me han encantado las de la Panadería Fernando-Gonzalo Damián, de Puerto Real. Me las recomendó el año pasado el periodista gastronómico Pepe Monforte, pero llegué tarde. Tras meses de espera, tuve la suerte de encontrarlas a principios de marzo y comprobar que su singularidad radica en un almíbar ligero con sabores a miel, a canela y a vainilla. Sobresaliente.
Sin embargo, otro año más encontramos el dulce perfecto en Carrasco. Juanmi experimentó en su día con un plato que es estrella todo el año en el restaurante de la avenida Caballero Bonald, en Jerez. Tanto, que su autor nos confiesa que "los clientes reservan la torrija antes de mirar la carta". Nata fresca, pan brioche bien empapado en mantequilla, miel, canela, caramelo... Son algunos de los ingredientes de este dulce celestial que hoy por hoy no tiene competencia. Más de una treintena sirven a diario en el local. Y se quedan cortos.
Lo hemos comentado con el propio Juanmi Carrasco este jueves en Abocallena. Prepárense para salivar.