Morales, sentimiento de pertenencia
El '11' granota siempre se ha guiado por lo emocional y por lo que le dictaba su corazón en los diferentes momentos que ha vivido a lo largo de su carrera profesional
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El delantero del Levante José Luis Morales celebra tras marcar ante el Elche. EFE/Kai Forsterling / Kai Forsterling (EFE)
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Valencia
El ‘Comandante’ Morales anunció en la Cadena SER que quiere seguir formando parte del proyecto deportivo del Levante, con independencia de la categoría en la que milite el club de su vida la próxima temporada.
Esa manifestación, es la que le da sentido a ese sentimiento de pertenencia que miles de aficionados tienen por su club y que es difícil explicar con palabras. El ‘Moro’ ha conseguido traspasar la piel del jugador idolatrado por las jóvenes generaciones levantinistas para convertirse en una leyenda granota.
En tiempos de crisis identitaria y en los que en la fábrica del fútbol se prioriza lo económico por encima de lo deportivo, lo individual por delante de lo colectivo, irrumpe José Luis Morales para declarar su amor eterno por el Levante y proclamar a los cuatro vientos que ante un hipotético descenso no dudará en reunirse con el director deportivo, Felipe Miñambres y con el presidente Quico Catalán para transmitir su deseo.
Morales siempre se ha guiado por lo emocional y por lo que le dictaba su corazón en los diferentes momentos que ha vivido a lo largo de su carrera profesional. En el verano de 2016, ya decidió quedarse en Segunda teniendo una oferta del Eibar para salir cedido, pero en su interior algo le decía que él también había sido participe de aquel descenso y no podía marcharse cuando su club necesitaba jugadores comprometidos para retornar a Primera.
En marzo de 2020, en pleno proceso de renovación de un contrato que expiraba en junio de 2021, rechazó una oferta mareante de Rafa Benítez para salir traspasado a China. Una vez más su estabilidad vital estaba por encima del dinero.
Sin embargo, en enero de 2021 le dijo al presidente que se quería marchar porque sintió que ya no era un jugador importante, que se cuestionaba su titularidad y además su continuidad estaba en una vía muerta, porque Quico Catalán solo le ofrecía un contrato vitalicio y que habría que revisar cada año en función de su rendimiento.
Esa no era la renovación que llevaba esperando tanto tiempo, ni la que se había ganado sobre el césped. El presidente le remitió a su cláusula de rescisión para disuadirle y se quedó con el calentón.
Morales percibió que otros clubes estaban dispuestos a valorarle mucho más que en su propia casa, ofreciéndole dos años fijos de contrato y doblándole el salario al ser agente libre. En el Levante había dinero para los nuevos fichajes pero se escatimaba con los jugadores de club.
La noche en la que se clasificó para las semifinales de Copa ante el Villarreal rompió a llorar en el césped por un cúmulo de sensaciones contrapuestas. Una noche de ilusión, de felicidad y de orgullo se mezclaba con la rabia interior al notar que su adiós como jugador del Levante estaba muy cerca y sin poder despedirse de su afición por la ausencia de público en las gradas como consecuencia de la pandemia.
A la mañana siguiente, Quico Catalán sin conocimiento de la dirección deportiva y sin haber convocado a su Consejo, se reunió en secreto con Morales y con su agente para firmar una renovación por dos temporadas, con un tercer año adicional en función de su participación y con una cláusula liberatoria bidireccional en caso de descenso.
Morales ya ha dado el primer paso expresando en Carrusel Deportivo los deseos que le dicta su corazón. El ‘Comandante’, que en julio cumplirá 35 años, no quiere que esa cláusula se active porque significaría que el Levante ha logrado la permanencia, pero en caso de descenso él ya se ha mojado y está dispuesto a seguir ayudando a su club, renunciando a jugar en Primera división y a un salario que el Levante no le podrá pagar.
Jugadores como Morales ya no quedan. Futbolistas que antepongan los intereses de un club a los personales son una especie en extinción y habría que protegerlos. Otra vez, la pelota podría cambiar de tejado. ¿Qué le respondería el Levante a Morales?
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia