El acusado de abusos sexuales a las amigas de su hija de 9 y 10 años niega los hechos en el juicio celebrado en la Audiencia de Cantabria
Las menores, que ahora tienen 14 años, han relatado por videoconferencia los supuestos abusos del hombre


Santander
El acusado de realizar tocamientos a dos amigas de su hija cuando tenían entre 9 y 10 años ha negado que les tocara con deseo sexual y que solo jugaba a hacerles cosquillas “en los pies, tripa y hombros”.
“No entiendo por qué estoy aquí”, ha afirmado el hombre ante la sección primera de la Audiencia de Cantabria, en el juicio celebrado este martes, en el que se enfrenta a ocho años de prisión que pide la Fiscalía por dos delitos de abuso a menores.
El acusado, que ha estado asistido por una intérprete porque es sordo, ha relatado que era habitual que las dos menores fueran a su casa y que cuando acudían, solía jugar a hacerles cosquillas.
Pero ha negado que las tocara “en zonas genitales”, así como los incidentes relatados por ambas menores, en los que se refieren a tocamientos habituales por encima y debajo de la ropa.
Además, ha alegado que “no sabe” porqué las niñas dejaron de ir a su casa y ha afirmado que no tuvo nunca “ningún problema con sus familiares”, hecho que ha sido corroborado por varios testigos.
La hija del acusado ha asegurado que no dejó de tener relación con las supuestas víctimas por los hechos denunciados, y que nunca vio ninguno de estos supuestos tocamientos.
Las menores, que ahora tienen 14 años, han relatado, en una intervención por videoconferencia, los supuestos abusos del hombre.
La primera de ellas ha explicado que llevaba años yendo a la casa del acusado, que era “muy de tocar” pero nunca hasta un punto sexual, pero ha relatado que un día, mientras estaban en el salón, le empezó “a meter la mano por debajo de la ropa interior” y otro día le tocó “los genitales, culo y los pechos”.
La víctima ha añadido que no contó nada al principio porque “no quería que su amiga se enfadara” y tenía miedo del hombre “por si le hacía algo más”, aunque ha afirmado que luego se lo contó a la hija del acusado y no le creyó.
Y ha apuntado a que no ha necesitado tratamiento psicológico posterior por estos hechos y que al contarlo “se quitó un peso de encima”.
La otra víctima ha relatado que el acusado le tocaba “con frecuencia” la entrepierna y los senos por encima de la ropa, cuando jugaba a hacerle cosquillas y se ha referido a un episodio donde le “apretó muy fuerte” los pechos.
Esta menor ha apuntado a que comenzó a sentirse mal tras un tiempo, porque al principio no sabía el alcance de los hechos y que no quería decir nada porque la hija del acusado era su “única amiga”.
Esta joven sí ha necesitado tratamiento psicológico y psiquiátrico por un problema alimentario, además de autolesiones que comenzaron cuando empezaron los hechos.
La Fiscalía ha considerado en sus conclusiones que los relatos de las menores han sido coherentes y además se han referido a hechos similares, por lo que ha mantenido la petición de ocho años de cárcel por dos delitos de abuso sexual a menores.
También se solicitan tres años de libertad vigilada y una indemnización de 4.000 euros a la primera menor y de 6.000 euros a la segunda.
La acusación particular ha elevado la petición a seis años de prisión por cada delito continuado de abuso sexual, además de cinco de libertad vigilada y cinco de alejamiento, la prohibición de comunicar con las menores.
La defensa, que ha mantenido la petición de libre absolución, ha sostenido que el relato no es coherente porque otras amigas acudían al domicilio sin tener problemas.