El IPC se dispara y la economía podría sufrir una nueva recesión

Zaragoza

La escalada de precios en los productos energéticos y alimenticios todavía no ha tocado techo y eso lleva a un descenso del consumo que impactará en el empleo. “De ser así, sería la tercera crisis seguida. La crisis financiera de 2008, después la provocada por la pandemia y ahora ésta, con la guerra de Ucrania como elemento fundamental”, explica Enrique San Martín, profesor-titular de Economía Aplicada de la UNED.

El IPC, el índice de Precios al Consumo, encadena en su tasa interanual su decimoquinto dato al alza consecutivo. Recoge lo que varían los precios en la cesta de la compra. Una de las razones, la crisis de suministros de hace unos meses. “Se produjeron ciertos cuellos de botella en los suministros internacionales y algunos problemas de abastecimiento”, dice el profesor.

Pero la puntilla económica, según los analistas, va más allá de la invasión de Ucrania hace cinco semanas. Está en la estrategia previa de Rusia, “porque antes ya estaba reduciendo los suministros a Europa, no estaba reponiendo los almacenes de gas. Además, los impactos que produce la energía en la inflación son sistémicos, porque afectan a toda la producción de bienes y servicios de una economía”.

Es imposible fechar cuándo empezará a bajar el IPC. La clave está en la finalización del conflicto. Un elemento, a priori coyuntural pero que, en función de cuánto tiempo dure la guerra, pasará a ser estructural y la inflación no bajará a los niveles previos. El profesor remarca, la percepción en la política económica es distinta. En 2008 se apostó por la austeridad, ahora por el gasto público.