Gastamos con prudencia
Es esperanzador comprobar que se puede gastar sin dilapidar. Invertir mucho, también en el capítulo social, sin desbocar el endeudamiento: al revés, reduciéndolo
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Barcelona
¡Por fin! Una buena noticia económica. El déficit público se ha reducido casi un tercio en 2021. Y, cosa no tan frecuente, mejora así las previsiones que había realizado el Gobierno. El desfase entre ingresos y gastos llegó al 6,76%, un punto y medio largo menos que lo pronosticado.
Lo bueno de esta noticia es lo que nos indica. Que las cuentas públicas han mejorado sin recurrir al expediente habitual: sin recortes sociales al Estado del bienestar; sin hachazos a la inversión pública, sino al contrario; sin asfixiar el crecimiento económico.
Es esperanzador comprobar que se puede gastar sin dilapidar. Invertir mucho, también en el capítulo social, sin desbocar el endeudamiento: al revés, reduciéndolo.
Cuando la gran recesión, los economistas halcones propalaban que la restricción fiscal era expansiva. Hubo mucha restricción, pero nada de expansión. Ahora se confirma lo contrario: se puede ser expansivo, gastar e invertir más, con prudencia, sin traicionar la seriedad fiscal. Sin despedazar una cierta ortodoxia.
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...