La historia del transporte urbano en A Coruña vista desde la ciencia
Coruña Científica cuenta la historia del transporte en nuestra ciudad
Coruña Científica, con Bibiana García (29/03/2022)
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A Coruña
Cada año los coruñeses realizamos millones de trayectos en transporte público, una forma eficiente de desplazarse por la ciudad que tiene su propia historia, también con dosis de ciencia, y que obviamente no empezó con autobuses como los actuales.
¿Cómo fue el primer transporte público de A Coruña?
El primer transporte urbano de la ciudad, a comienzos del siglo XX, consistía en tranvías tirados por mulas, que unían Puerta Real, y Riazor con la estación del Norte, una estación de ferrocarril que había en la Gaiteira. Eran seis carruajes que iban tirados por parejas de mulas. Para su funcionamiento tuvieron que construirse casi tres kilómetros y medio de vías. Según las crónicas de la época, la puesta en marcha de este servicio fue todo un acontecimiento y había colas para probar el nuevo medio de transporte. Se recurrieron pocos años a las mulas, ya que en 1913 se aprobó la electrificación del tranvía y el servicio mejoró en rapidez, alcanzando los 20 km/hora.
Incluso hubo un tranvía interurbano, ¿no?
Sí, en 1922 se estrenó un tranvía que hacía el recorrido A Coruña-Sada. En algunas cosas parece que retrocedimos en lugar de avanzar, porque hasta hace poco llegar desde el centro de la ciudad a Sada en transporte público no era nada sencillo. Aquel tranvía salía de Puerta Real y tras unas quince paradas llegaba a Sada, justo a la cafetería La Terraza. Era un tranvía marca Siemens, y con el tiempo llegó a conocerse como el «Siboney» (aunque no sé muy bien por qué).
Y del tranvía eléctrico, ¿a qué pasamos?
Al trolebús. Los primeros comenzaron a circular en 1948 y convivieron con los tranvías hasta 1961, cuando se incorporaron casi una veintena de trolebuses de dos pisos llegados de Inglaterra y el tranvía desapareció por completo. Los trolebuses estuvieron en funcionamiento hasta 1979, cuando ya se impuso del todo el autobús. Pero en la memoria colectiva perduraron mucho más, porque todavía recuerdo a mi abuela diciéndome que íbamos a coger el «trole», cuando en realidad ya eran autobuses desde hacía bastante tiempo.
¿En el paso del tranvía al trolebús qué ganamos?
El trolebús, como el tranvía, toma la energía de una catenaria electrificada superior, pero ya no circula por raíles, tiene ruedas de goma, por lo que su movilidad es mayor, esa es su ventaja más destacable. Otra ventaja que le veríamos al trolebús hoy día es que es un medio de transporte más ecológico que los autobuses de combustión, ya que al ser eléctricos no emiten gases contaminantes. Es un híbrido entre tranvía y autobús. El primer trolebús de A Coruña cubrió la línea entre la plaza de Pontevedra y Monelos. E igual que contábamos que hubo un tranvía interurbano a Sada, también hubo un trolebús interurbano, pero a Carballo. En el momento de la desaparición de esa línea regular entre A Coruña y Carballo, en 1971, era la más larga de España, con un recorrido de 34 kilómetros.
¿En qué año se impuso el autobús en la ciudad?
En 1979. La competencia del autobús, y también el auge del vehículo privado, acabaron con el trolebús, que dejó de circular en la ciudad después de 31 años de servicio y de dominar el paisaje coruñés.
La verdad es que al ver imágenes de A Coruña con los trolebuses circulando parece otra ciudad, casi hasta más moderna, sobre todo ahora que volvemos al coche eléctrico.
Sí. Justo estos días leía en la prensa que ya hay un taxi en A Coruña de la marca Tesla, 100 % eléctrico. De alguna manera volvemos a la idea del tranvía y el trolebús impulsados por energía eléctrica.
Porque, obviamente, con los autobuses se impuso la gasolina.
Sí, más bien el gasoil, que hasta ahora era más barato, pero estos días estamos viendo que supera rl precio de la gasolina. Una alternativa que se está estudiando son los autobuses de hidrógeno. En concreto se están haciendo pruebas para el trayecto que une el centro de la ciudad con el aeropuerto de Alvedro, con un autobús de hidrógeno, que tiene una autonomía de 200 km al día y no produce emisiones nocivas.
¿Cómo funciona este tipo de autobús?
El autobús funciona mediante una pila de combustible alimentada por hidrógeno, que le permite circular sin producir emisiones contaminantes, ya que su motor solo genera vapor de agua, y tampoco produce ruido apenas. A esto se le añade una autonomía mayor que de los vehículos eléctricos de baterías, que para recargar sus pilas hay que enchufarlos a la corriente, así que es posible que el futuro del transporte público vaya por ahí.
Estaremos atentos a ver lo que sucede en los próximos años y veremos por dónde sigue esta historia.
