"¡Vas al mercado con 50 euros y vuelves sin ellos!": la queja de los clientes ante las consecuencias de la huelga de transporte

Gijón

Incidencia desigual en cuanto al abastecimiento entre los comerciantes del Mercado del Sur de Gijón. Los puestos que se nutren del producto de proximidad van aguantando el tirón, pero quien depende del transporte teme llegar al fin de semana con los estantes vacíos. La clientela muestra ya su hartazgo ante la situación ya que, a este nuevo incremento general de los precios, se suma a la carestía de la vida.

En la pescadería ofrecen productos básicos, de mayoristas y a un precio muy alto, confirma Ana Castiello: "Como digo yo, servicios mínimos: merluza, bocarte, salmón y parrocha. De rula hay poco porque los barcos no salen", asegura en los micrófonos de la SER mientras atiende a una clienta.

Las fruterías temen no llegar con productos al fin de semana. En la actualidad, lucen estantes vacíos en artículos básicos como el tomate, el pimiento o el calabacín y lo que va llegando incrementa notablemente el precio. Ángela Lorenzo desde 'La Frutería' aporta un ejemplo: "Las zanahorias han pasado de costar 0.99 céntimos a 1.49, las cebollas están a un precio de 2,49 euros. Hoy subió todo: la leche, los huevos, las manzanas... Cuando hay escasez hay incremento".

Lo cierto es que la incidencia es desigual en los puestos del mercado, ya que los que se abastecen de proveedores de cercanía no sufren la escasez. En la carnicería Rodera Luis Monteserín asegura que "aquí tenemos ternera muy buena, no hace falta buscarla en ningún lado" y tampoco han subido los precios. "El producto de cercanía tiene su garantía, en ese sentido no hay problema de suministros" asegura.

"Las grandes superficies suben precios con lo que tienen en el almacén"

El puesto de Ángeles Fernández, Dulce y Amargo, luce espléndido con un sinfín de bandejas repletas de pasteles y pastas de lo más suculentos mientras que en la parte de alacena, donde tiene conservas, mermeladas o licores ya se ven algunos huecos. De nuevo reflexión sobre la ventaja de comprar producto de proximidad. "Hubo productos en los que subí precios y gano menos que el año pasado", explica argumentando que paga más en el recibo de autónomos, más luz, "mis bolsas me costaban cuatro céntimos y ahora son 11. Tengo muchos más gastos, el café lo subimos 20 céntimos y nada es para mí. Estoy perdiendo de ganar, alguien tiene que hacer algo".

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Y entre todos los comerciantes, los clientes siguen aguantando un nuevo temporal haciendo encaje de bolillos para llevar a casa lo necesario con el presupuesto del que disponen. "Estamos muy cansadas. Vaya que si se nota, ¡llevas 50 euros y vienes sin ellos a casa!". En torno a la pescadería Semar, Carmen Domínguez afirma que "la gente está asustada y las pensiones siguen igual. La gente está pasando hambre". Mientras limpia el pescado de sus clientas añade otra cuestión: las consecuencias de la subida de precios de las grandes superficies. "Los grandes están creciendo subiendo los precios de lo que tienen en los almacenes", argumenta. También culpa de las imágenes de estanterías vacías a los consumidores que hacen acopio de determinados productos más allá de la necesidad.