Gonzalo Fanjul: “El Gobierno apuró una regularización de ciudadanos de Ucrania; es fantástico pero, ¿por qué se queda ahí?”
La Oficina de Cooperación y Voluntariado de A Coruña celebra su 25 aniversario con una conferencia de Gonzalo Fanjul, activista contra la pobreza e investigador de procesos migratorios
![Entrevista a Gonzalo Fanjul, activista contra la pobreza e investigador sobre migraciones (22/03/2022)](https://cadenaser.com/resizer/v2/Z2KPJWGJTFNPDIRY7DS4J4EMQM.jpg?auth=a6bfc232de3e22352769333a417cc966b2ab25dd11d5328a520c4eaa039658fc&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Entrevista a Gonzalo Fanjul, activista contra la pobreza e investigador sobre migraciones (22/03/2022)
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La Oficina de Cooperación y Voluntariado de A Coruña celebra su 25 aniversario con la presencia de Gonzalo Fanjul, activista contra la pobreza, dirige el área de análisis políticos de ISGlobal, es además investigador de migraciones del Overseas Development Institute y autor y editor del blog de El Pais 3.500 Millones.
La cita, mañana en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidade de A Coruña, en el Campus de Elviña, a las 12 de la mañana; la conferencia: Prosperidad y seguridad en un mundo poscovid. Lecciones para una agenda global.
¿Son posibles la prosperidad y la seguridad en la era postcovid? ¿a costa de qué?
Yo creo que sí. Creo que crisis como la que estamos viviendo nos dan la oportunidad de plantear las cosas de manera diferente. Hemos concatenado tres crisis prácticamente seguidas con la pandemia, la recesión posterior y ahora con el conflicto en Ucrania, y en este tiempo hemos visto cómo las instituciones y las sociedades eran capaces casi de reinventarse: de hacer un ejercicio de transición energética después de la crisis -que si lo hubiésemos hecho con suficiente tiempo habría reducido muchas de las vulnerabilidades con respecto a Rusia- , de invertir en vacunas con rapidez y ahora, con el conflicto, de replantear el modelo de protección internacional y de refugio.
Se ha hecho a costa de mucho sufrimiento, son experiencias muy traumáticas que nos hacen darnos cuenta de muchas cosas. Antes de la pandemia no éramos conscientes de que la inversión en salud no sólo estaba relacionada con un derecho de las personas a la sanidad, sino también con la seguridad económica de los países. Y antes de la crisis de Ucrania nos costaba ver en algunos de quienes se acercaban a nuestras fronteras, como los sirios o los centroamericanos, a personas y víctimas de un conflicto, ahora hemos aprendido a entenderlo de una manera mejor.
Desde la Fundación Por Causa investigáis e informáis sobre migraciones. Veis en la inmigración una solución, no un problema...
Absolutamente. Las migraciones son una bendición para las sociedades que las reciben y eso lo saben muy bien los gallegos que han emigrado durante generaciones a América y más recientemente a Europa. Mucha gente joven se ha ido y ellos saben la riqueza que han creado, los puestos de trabajo, las empresas, el talento que han llevado a otros países.
Creo que no es diferente cuando otros llegan al nuestro. Las migraciones son en general una buena noticia para los países y recientemente una necesidad casi existencial para algunos como el nuestro, que envejece de manera acelerada, que tiene una pirámide de población en donde cada vez menos trabajadores atienden a cada vez más jubilados. Necesitamos la llegada de esos trabajadores de fuera y de este futuro, y eso tiene que empezar con medidas como la regularización de medio millón de trabajadores migrantes que están ahora mismo condenados a la irregularidad en nuestro país.
Se están llevando a cabo movilizaciones bajo la consigna RegularizaciónYa y una recogida de firmas ¿cómo va esa campaña?
Llevamos pocas semanas con ello y creo que vamos bien. Es una iniciativa para que medio millón de españoles presentemos medio millón de firmas en el Congreso de los Diputados para promover una legislación que rescate a medio millón de personas que viven en nuestro país de manera irregular, es un esfuerzo colectivo para demostrar a los políticos que este asunto interesa a la sociedad española. Hemos conseguido ya cerca de 100.000 firmas en pocas semanas de trabajo y estoy seguro de que conseguiremos el medio millón, pero para eso hace falta que la gente se involucre.
¿Qué tenemos que hacer si queremos sumarnos?
Es tan fácil como acceder a la página. Ahí está toda la información sobre cómo funciona este proceso y dónde pueden acercarse a firmar. Hay que firmar en persona, salvo si se tiene certificado digital, porque es un proceso muy garantista, pero es perfectamente posible. En Galicia hay puntos de firma y estoy seguro de que de que la gente responderá de manera tan generosa como estamos viendo con Ucrania y con otros lugares.
¿Falta empatía para con ciertas realidades que se ven en nuestras calles, ahora que la tenemos con muchas otras?
Creo que falta empatía cuando nos aferramos a una caricatura, que es la de la inmigración irregular como un hombre africano que salta la valla o alguien a quien vemos muy lejano,a quien aquí jamás vamos a conocer, pero en realidad la inmigración irregular es sobre todo la de mujeres latinoamericanas que trabajan en nuestras casas. Ese es el perfil tipo de una persona en situación irregular. Somos capaces de poner lo más importante que tenemos: nuestros hijos, nuestros mayores, nuestros hogares en manos de mujeres que viven como una ciudadanía de tercera clase, es decir, un apartheid de facto. Cuando uno piensa en la regularización como una oportunidad para que esas personas tengan los mismos derechos que nosotros, creo que somos capaces de verlo de una manera muy diferente. Tengo mucha confianza en la empatía de la gente, porque creo que cuando la gente se da cuenta de quién estamos hablando se puede llegar a una regularización de manera mucho más rápida.
La actuación de Europa como refugio en la invasión a Ucrania ha puesto de manifiesto un doble rasero que a muchos no nos gusta. Refugiados de primera y de segunda…
Yo diría que incluso de tercera, dependiendo de de donde venga. He llegado a la conclusión sobre nuestras instituciones, solo responden cuando tienen una verdadera presión social. En el caso de Ucrania en 24 horas. En 24 horas, el presidente del Gobierno había anunciado una regularización extraordinaria de los cerca de 12.000 ciudadanos y ciudadanas procedentes de Ucrania en nuestro país y eso es fantástico. Eso es exactamente lo que el gobierno tiene que hacer. La pregunta es, ¿por qué se quedan ahí? Por qué no continúan con el resto de los cerca de medio millón de personas que viven en nuestro país, muchos de los cuales vienen de conflictos tan graves o peores como el de Ucrania, no conflictos en África Central, en Siria, en Afganistán. Mucha gente que ha solicitado asilo en nuestro país y que está esperando todavía una respuesta del gobierno. No, lamentablemente el Partido Socialista no está demostrando estar a la altura de las circunstancias y yo espero que esto cambie en los próximos meses, en las próximas semanas y que hagan con los demás lo mismo que han hecho con los ucranianos.
¿Cree que será así?
Tengo esa esperanza porque creo que los españoles se lo vamos a exigir y van a entender el mensaje de la calle, pero esto va a depender de nosotros, ya no va a depender de nadie más.
La irregularidad invisibiliza...
Nosotros tratamos de hacer entender que los inmigrantes tienen una voz poderosa y necesitan una representación justa: Si una de cada 7 personas son inmigrantes, por qué no uno de cada siete periodistas en una redacción, en una organización sindical, en el parlamento… Necesitamos que la sociedad refleje lo que verdaderamente somos.
694.367 personas, el 25,7% de la población se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social en 2020, 38.389 más que el año anterior según el informe 'Estado de la pobreza en Galicia'. Estamos asistiendo también a la feminización de la pobreza, la infantil es alarmante, la energética… ¿Todavía continúa en el imaginario colectivo que ser pobre es vivir en la calle?
La realidad de la pobreza es invisible, cuando hablamos de riesgo de exclusión estamos hablando de indicadores como no poder poner la calefacción, no poder comer carne o pollo más que una vez a la semana…no son personas sin techo pero viven en la pobreza. En una sociedad próspera donde hay capacidad y recursos para garantizar que todos vivamos por encima de ese umbral esas cifras son una obscenidad y debe ser una prioridad atajarlo por cuestiones éticas y prácticas, porque estamos restando el talento y las capacidades de esas personas en riesgo de exclusión.
¿Cómo es posible que aumente la aporofobia en una sociedad empobrecida?
No sé si está aumentando, lo que es cierto es que España es un país que se está encanallando por la presencia de un grupo en la ultraderecha cuyos mensajes enrarecen el debate, mensajes claramente aporofóbicos, racistas y machistas y es una de las razones por las que hay que echar el freno.
Para combatir la pobreza hay posiciones razonables de derechas, de izquierdas, de centro… no hay recetas mágicas y todas las opiniones son importantes, pero no caben aquellas que dicen que los pobres lo son porque quieren, o porque son extranjeros, o que los españoles pobres son mejores que otros pobres que no son de aquí… esos discursos deben quedar desterrados.