La calima empuja los niveles de contaminación del aire en Valladolid

En condiciones normales, sin esta intrusión de polvo sahariano de por medio, si los valores de las estaciones medidores de la contaminación instaladas en Valladolid hubieran registrado las cifras que han recogido en las últimas horas, el Ayuntamiento de la capital había aplicado el nivel 3 del Plan de Acción. Incluye limitar la velocidad y restringir la circulación en el casco histórico. Pero la calima, por suerte, es pasajera. De hecho las previsiones que tiene la AEMET apuntan a que el jueves 16 de marzo, un frente frío procedente del nordeste servirá para limpiar la atmósfera. Bajarán las temperaturas e incluso puede caer algo de lluvia que despejará aún más el ambiente. Pero mientras todo eso llega hay que seguir conviviendo con este episodio puntual que ha tapado el sol y que cubre todo de una capa de polvo anaranjado. Ese polvo, esas partículas, flotan en el aire y penetran en nuestro organismo, con consecuencias nocivas para la salud. De hecho, esas estaciones de las que hablábamos hace un párrafo han registrado datos de récord. En algunas de ellas la media de partículas PM10 durante las últimas 24 horas supera los 300µg/m3, cuando el máximo permitido es de 80. Pero en puntos como Arco de Ladrillo se ha llegado a picos máximos de 632 µg/m3. Como la calima todavía nos va a acompañar algunas horas más, se mantienen las recomendaciones que ha emitido el Ayuntamiento de Valladolid, entre ellas, el uso de la mascarilla en exteriores. Si es posible, del tipo FFP2, que garantiza una mayor protección. Diferentes profesionales sanitarios, como la jefa de Alergología del Hospital Universitario Rio Hortega, también han alertado acerca de los riesgos que este polvo en suspensión puede tener. Así, ha insistido en la necesidad de evitar cualquier esfuerzo deportivo al aire libre así como una especial precaución entre quienes tienen cualquier tipo de patología respiratoria. Armentia, además, ha incido en que este tipo de fenómenos meteorológicos se van a repetir cada vez con más frecuencia algo que ha achacado al cambio climático. En este sentido, ha reclamado un esfuerzo para que las administraciones impulsen políticas que faciliten el uso del transporte público o de medios no contaminantes, como la bicicleta. La materia particulada presente en la atmósfera, varia ampliamente en su composición química y física en función de la fuente emisora y del tamaño de la partícula emitida. El material particulado presente en la atmósfera se clasifica en fracciones que tienen que ver con el tamaño de cada una de las partículas que lo constituyen. Tres son los grupos de clasificación más habituales. Material con tamaño de partícula superior a 10 micras, material con tamaño inferior o igual a 10 micras conocido como PM10, y material con tamaño de partícula inferior a 2,5 micras conocido como PM2,5 estas últimas son las que más importancia tienen en la contaminación urbana ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y poseen riesgos potenciales significativos para la salud. Las partículas de tamaño comprendido entre las 2,5 y las 10 micras, no son realmente inhaladas hasta las vías profundas y se expulsan de manera relativamente eficaz a través de las mucosidades o de la tos, o sedimentan directamente sin llegar a penetrar en el árbol respiratorio. El material particulado, se clasifica como primario si es emitido directamente a la atmósfera o secundario si se forma a partir de reacciones entre contaminantes dentro de la atmósfera, o se modifica por condensación y crecimiento. La principal fuente de partículas primarias son los procesos de combustión, en particular de la combustión del carbón. Estas partículas son transportadas por gases calientes a lo largo de un tubo o chimenea donde pueden aparecer nucleaciones espontáneas de partículas de carbón con posterioridad a la emisión.

La calima empuja los niveles de contaminación del aire en Valladolid

La media de partículas PM10 en algunas estaciones ha multiplicado casi por cuatro los valores máximos permitidos

Mario Alejandre

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