Amor
La firma del actor y director teatral, Juanma Cifuentes
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Firma de opinión | Amor, por Juanma Cifuentes
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“Amor, no te llame amor
el que no te corresponde”.
Decía el personaje de don Alonso, en el Caballero de Olmedo, de don Lope de Vega
“Que no hay animal perfeto
si no asiste a su conceto
la unión de dos voluntades”.
Según don Lope ese amor es inviable sin al menos la conjunción de dos voluntades.
Y se permite definirnos el amor, el docto autor, en este bello soneto.
“Desmayarse, atreverse, estar furioso
Áspero, tierno, liberal, esquivo
Alentado, mortal, difunto, vivo
Leal, traidor, cobarde y animoso
No hallar fuera del bien centro y reposo”…
Que de cosas puede producir esta desconocida emoción.
Y digo desconocida porque parece ser que cada vez nos alejamos más de ella.
Aunque don Lope la tuviese tan clara.
“Mostrarse alegre, triste, humilde, altivo
Enojado, valiente, fugitivo
Satisfecho, ofendido, receloso.
Huir el rostro al claro desengaño.
Beber veneno por licor suave
Olvidar el provecho, amar el daño
Creer que un cielo en un infierno cabe
Dar la vida y el alma a un desengaño
Esto es amor, quien lo probó lo sabe”.
Tendríamos que probarlo más.
O que alguien nos lo diese a probar de vez en cuando.
Pues según la receta de don Lope, podríamos decir que el amor es una amplia amalgama de emociones y sentimientos.
Es el súper alimento del alma.
Como la Cúrcuma o la Spirulina.
Como el Shitake o la Chía lo es a la cocina de David Muñoz.
O el chorizo y la morcilla a la de Chicote.
“Eso sí que es amor.
quien lo probó lo sabe”.
También es cierto que hay distintos tipos de amor que gestionamos de mejor o peor manera según haya sido nuestra experiencia de vida.
El amor propio (Philautia) es uno de ellos, pero no siempre está bien visto.
Se confunde con el egocentrismo aunque en nada se parecen
Y sin embargo es el que genera las bases del resto de ellos.
“Quien bien se ama su mente amuebla.
Quien bien se ama amor procura.
Quien bien se ama
dispuesto queda
a arreglar entuertos
con amor…
Ese que todo lo cura”
Me permito añadir, pues soy el autor que:
“El que se sabe amar,
sabe gestionar el amor
propio y ajeno,
porque es conocedor
de su estructura”.
Este tipo de amor por desgracia no nos lo enseñan en la escuela. Aunque es determinante para practicar el resto de ellos.
- El Amor a la familia. Storgé
- Amor a nuestros amigos. Philia
- Amor a experimentar cosas nuevas. Meraki
- Amor a una estética determinada. Eros
- Amor pasional. Epithymia
- Amor juguetón. Paixnidi
- Amor posesivo. Manía
- Amor racional. Pragma
- Amor desventurado. Anànke
- Amor momentáneo. Koinonia
- Amor idealizado. Sèbomai
- Amor a nuestra tierra. Choros
El Amor en su conjunto de caras y es el más grande sentimiento y el más completo de todas las emociones.
El amor de entre todas ellas es el que hace al ser humano felíz. Y todo aquel que ama tiene dentro de sí, un no se que divino.
El amor es por tanto el más grande de los Dioses y todo el resto de ellos han de postrarse ante él.
Amar es el verdadero sentido de la vida del ser humano. Ese misterio que llevan buscando desde los inicios de la vida los pensadores.
Así que no os dejéis engatusar por ficticias divinidades que proclaman en nombre de su verdad: la venganza, la muerte, el exterminio, en definitiva, el odio como forma única de vida. Yo que lo busco cada día, os puedo decir que aunque lo parezca, el amor no está muerto.
Muertos están todos los Dioses del Olimpo y sus representantes en la Tierra, lo saben. Pero no piensan soltar el poder que tienen, antes prefieren vernos muertos.
Así pues:
Venid pues
Oh, Ditirambos¡
Penetrar nuestros vientres
y regalarnos
el poder del amor.
Sólo entonces
el Mundo
se volverá fructífero,
se llenará
de delicados brillos.
Alumbrando;
el temprano día.
Nutriendo la tierra
y creando conciencia viva.
Venid pues,
Oh Ditirambos.
Penetrad nuestros vientres.
Y dadnos fuerzas
para que el amor
reluzca de nuevo
algún día.