Luis Prieto: "Todas las buenas películas de género hablan de algo que está ocurriendo en la sociedad"

Madrid

Desde hace un tiempo Luis Prieto (Madrid, 1970) ha encontrado su hueco en la industria audiovisual norteamericana. Fue en 2017 cuando su nombre cobró relevancia en el mapa gracias a ‘Secuestrado’, el thriller protagonizado por Halle Berry que persigue a una madre soltera en busca de su hijo. Antes de la irrupción de la pandemia, Prieto visitó España para acompañar a Álex Pina ('La casa de papel', 'Sky Rojo') en el rodaje de ‘White Lines’, donde dirigió algunos de los episodios de la serie protagonizada, entre otros, por Juan Diego Botto. “Fue una alegría poder estar en un proyecto que se había generado en España y darse cuenta de que el nivel creativo y de producción es de primera”, afirma.

El cineasta atiende a la Cadena SER vía Zoom desde Pamplona, donde está instalado rodando una serie para Estados Unidos, ‘Vampire Academy’. “Puede ser que en un futuro muy próximo esté haciendo en España un proyecto de cine”, desvela. Por el momento volvemos a cruzar el charco y nos asentamos en Montana, uno de los estados más montañosos del país y donde se desarrolla ‘El engaño’, la película que promociona.

Cameron Monaghan, Lilly Krug y John Malkovich protagonizan este thriller, que, en palabras del director, funciona como una montaña rusa: “Te mantiene agarrado a la butaca”, confiesa. Chris (Monaghan) es un multimillonario recientemente divorciado que conoce a Sky (Krug) con quien comienza una relación amorosa aparentemente normal. Todo se tuerce cuando el protagonista se rompe una pierna y Sky pasa a ser su peculiar enfermera, una cuidadora que hará todo lo posible por destrozar la vida de Chris y quedarse con todo su dinero. “Es un thriller muy ajustado y no tiene fuegos artificiales que te puedan distraer”, dice Prieto. “Lo bonito, a nivel de thriller, es que cada X tiempo haya un volantazo”. Volantazos que, a pesar de ajustarse a una narrativa predecible, mantienen la atención del espectador en todo momento, expectante de lo que Sky es capaz de llegar a hacer. “Me ofrecieron este guion y cuando lo leí me gustó porque tenía elementos que para un director son muy interesantes a nivel de retos o de lenguaje cinematográfico”, apunta Prieto. “Me recordaba también a películas que yo he amado en mi juventud como ‘Atracción fatal’ (Adrian Lyne) o ‘Instinto básico’ (Paul Verhoeven). No había leído un guion como ese, me parecía que era el guion de una película que ya no se hacía y que a mi me apetecía ver”.

Conforme la trama avanza, conocemos los motivos que han llevado a Sky a comportarse así, un pasado oscuro que le persigue y que nos hace cuestionar todos sus actos. “Yo no la veo tanto como una mujer fatal, sino como una mujer complicada. Creo que tiene un final muy bonito y que no sabes exactamente qué es lo que ha sentido durante toda la película”, explica Prieto. Un personaje femenino que se ha estado perfilando “desde arriba”: “Somos cuatro productores, de los cuales dos son mujeres. Hay una sensibilidad femenina muy fuerte”, matiza.

Uno de los puntos más interesantes del filme tiene que ver con la realidad sociopolítica que este plasma. En un momento determinado, el personaje interpretado por el fantástico John Malkovich señala la diferencia de clase que existe entre el protagonista y los “criminales” que tratan de quedarse con todo su imperio. La casa de Chris, enclavada en un paisaje rocoso con enormes cristaleras, permite que aquellos que viven en la falda de la montaña y disponen de buenas vistas puedan observar desde sus humildes apartamentos los privilegios que el personaje de Monaghan dispone. “Ellos te miran, tú a ellos no”, declama Malkovich en uno de los momentos cumbre. Esta sentencia es una de las revelaciones de la película, uno de los desencadenantes de gran parte de la historia: “Ese momento uno lo puede extrapolar y decir: “Bueno, es que los que viven abajo viven en Estados Unidos”. Si tú lo piensas, hay mucha gente a la que le gustaría estar en Estados Unidos sea como sea. Y aquí en España es lo mismo, tenemos gente de otros países que quieren venir a nuestro país porque nosotros somos los que tenemos y ellos son los que no tienen. Todas las buenas películas de género hablan de algo que está ocurriendo en la sociedad”, sostiene.

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‘El engaño’, como buena película de género, tiene ese doble poder: sumergirnos en un perverso cuento de secuestros, persecuciones y asesinatos y colocar, a la vez, a la sociedad frente a un espejo.