La inviolable monarquía
La firma de Nicolás García Rivas, catedrático en Derecho Penal
Nicolas Garcia Rivas
Firma de opinión | La inviolable monarquía
02:53
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Recibimos ayer con auténtica estupefacción la “Carta otorgada” a sus súbditos por su Majestad el Rey Emérito, mediante la cual nos anuncia que es propósito de su Majestad venir a España cuando le plazca, una vez superado el escollo de su imputación penal gracias a una generosa tarea exoneratoria de la Fiscalía Anticorrupción, que dictó hace una semana el archivo de todas las causas contra su Majestad Emérita.
En los casi 70 folios del escrito, la Fiscalía Anticorrupción se afana por demostrar primero que su Majestad Emérita cometió varios delitos mientras era Jefe del Estado; en concreto, varios delitos fiscales (los 65 famosos millones de euros entregados a Corinna y no declarados); blanqueo de capitales, derivado del usufructo de ese dinero, y también cohecho, por los 2 millones en metálico entregados por el Sultán de Bahreim el 7 de abril de 2010, es decir un mes antes de que Zapatero aceptase el cerrojazo económico de España por parte de la Troika, poniendo en estado de absoluta precariedad a la clase obrera española.
Pero a continuación, la Fiscalía nos advierte de que su Majestad Emérita no cometió en realidad ningún delito porque la propia Constitución establece un régimen de inviolabilidad que le permite hacer eso y cuanto se le antoje, ya que los españoles aceptamos su total impunidad hiciera lo que hiciera … (y dejo que la imaginación del oyente trace el extremo de esa afirmación). De eso a considerarnos súbditos idiotas hay sólo un paso.
Dicha inviolabilidad aparece mencionada en la Constitución pero sin ninguna precisión, de manera que puede entenderse como una prerrogativa asociada a su condición de Jefe del Estado y que se circunscribe a sus actos políticos, siempre refrendados por el Gobierno (y así lo entendió el Tribunal Constitucional en 2019), o bien como una prerrogativa personal que le sitúa por encima de la propia Constitución y le permite ejercer como Monarca absoluto, no sujeto a la Ley.
Entender la inviolabilidad de este modo en 2022 por la Fiscalía de un régimen democrático obliga a plantearse si realmente se puede calificar así un sistema político que permite a su Jefe del Estado delinquir impunemente, abrir cuentas en paraísos fiscales sirviéndose de testaferros y decirnos (ayer) que una vez “exonerado” piensa venir a España cuando le venga en gana en plan privado para moverse con libertad.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que su hijo, a la sazón Jefe del Estado, al darnos a conocer la “Carta otorgada” sin ulteriores comentarios, se hace cómplice de esa forma patrimonial de considerar la Monarquía en este Estado que desde ayer es mucho menos democrático.