Fabero acoge y empadrona a dos ucranianas con sus hijas
El Ayuntamiento de Fabero las trasladará este viernes a León para regularizar su situación como refugiadas
Ponferrada
Dos amigas, Tania y Yulia, de 33 y 40 años, se han convertido en las primeras refugiadas ucranianas acogidas y empadronadas en Fabero. Ambas proceden de Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y han llegado tras muchas dificultades con sus hijas de 8 y 9 años. Atrás, le han contado a la alcaldesa, Mª Paz Ramón, han dejado a sus maridos y el resto de su familia tras huir con lo puesto hasta la frontera polaca prácticamente colapsada por la llegada de desplazados.
Ahora, esperan comenzar de cero en Fabero con la ayuda del consistorio que ya ha cedido una de las tres viviendas municipales y que regularizarán su situación en los próximos días para poder alcanzar el estatuto de refugiado. A partir de ahí, el consistorio pretende hacerse con los servicios de un traductor de inglés para que tanto madres como hijas puedan incorporarse a un trabajo y al colegio a la mayor brevedad posible. Ambas mujeres hablan perfectamente en inglés y, de hecho, una de ellas era propietaria de un gran establecimiento de estética y belleza mientras la otra mujer trabajaba como economista en una empresa.
Las dos amigas sólo han pedido que se suprima, por el momento, el aviso de la sirena de la mina que Fabero mantiene como recordatorio de su pasado carbonero. Las niñas se estremecen al escuchar una alarma que es igual que las que les advertían del ataque aéreo en su ciudad de origen.
En los próximos días, Fabero recibirá una familia de 7 miembros encabezada por una mujer de 60 años que ha pedido poder trabajar un huerto para intentar olvidar la guerra. La alcaldesa reconoce que acogerán a todos los refugiados que puedan dado que también muchos ciudadanos han ofrecido alojamiento en la localidad para cederla a los desplazados.