La historia del 8 de marzo
La firma de la joven arandina María González López por el Día Internacional de la Mujer, en el que nos explica todos los pasos dados hasta el día de hoy
Aranda de Duero
El calendario, que suele presentar una hoja de semanas con heterocromía entre dos grupos de días, los de diario de colores apagados y los domingos y festivos barnizados con otros más llamativos, se tiñe de morado el martes 8 de marzo.
No es que se presente como una jornada festiva, de hecho, es todo lo contrario. Se trata de una pausa para reivindicar las injusticias que se han cometido a lo largo de la historia hacia las mujeres y continuar una lucha en la que prosiguen ciertas desigualdades que se deben eliminar fulminantemente.
Esta fecha no se eligió aleatoriamente, en 1857, un conjunto de trabajadoras de varias fábricas textiles neoyorquinas protestaron por las calles de la ciudad norteamericana, abanderadas bajo el lema “Pan y rosas”, impulsadas las penosas condiciones laborales que sufrían, con el objetivo de obtener una rebaja del excesivo horario al que estaban sometidas y abolir el trabajo infantil en EEUU.
Con el transcurso del siglo XX muchos de los derechos reclamados fueron siendo alcanzados en muchas zonas del planeta, entre los que destacan el sufragio universal femenino, protección ante el maltrato, abuso sexual o violación, o mermar las desigualdades en cuestiones laborales, entre otros.
No obstante, a pesar de los avances logrados, es necesario saber que el camino recorrido posee kilómetros de nombres de mujeres, de todas las edades, nacionalidades y épocas, que habitaron un mundo que no las permitía el lugar que merecían, escondidas bajo pseudónimos masculinos, la tutela perpetua de maridos, hermanos o padres, o el impedimento legal para lograr determinados puestos de trabajo como los de liderazgo o castigos injustificables. Al igual que es importante que continuemos recorriéndolo, porque aún quedan muchos baches que abordar, piedras que quitar y grandes pasos que dar, ya que tenemos un gran sendero todavía por delante.
Porque aunque gocemos de un notorio avance en comparación con las generaciones anteriores y otros puntos del globo terráqueo, aún carecemos de una justificación de falta laboral durante los periodos de menstruación que a algunas mujeres las suponen días de intenso dolor, que se consideren los productos destinados a estos momentos de primera necesidad, regresar a casa seguras, sin tener que ser acompañadas, independientemente de nuestra vestimenta, la hora o nuestro estado, o aumente el número de mujeres en cargos políticos.
Es por tanto que el feminismo es lucha donde se aboga por la equidad y el progreso, y a la vez un movimiento en el que nadie debería observarlo como una amenaza, debido a que decir la famosa frase ni machismo ni feminismo es un equivalente a expresar ni Ku Klux Klan ni negros.
