Asturias esquiva el debate sobre la supresión de la mascarilla en interiores: "Hay que avanzar con prudencia"

Gijón

Asturias considera que la prudencia no es mala a la hora de abordar debates como el que se mantendrá esta semana en el seno del Consejo Interterritorial de Salud: el de retirar las mascarillas en los interiores. Una decisión que se está dilatando principalmente por la cautela que esgrimen comunidades y expertos. Lo que ya es un hecho es la normalización del Servicio de Atención Continuada en varios puntos de la región. Son cinco centros que hoy recuperan el trabajo vespertino después de casi dos años de cierre por la pandemia.

Asturias se decanta por la prudencia para eliminar la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores. Gobierno y comunidades autónomas abordarán este asunto el próximo jueves. El consejero de Salud, Pablo Fernández, es partidario de avanzar en la desescalada sin precipitarse.

A la pregunta de si se espera un repunte de casos de coronavirus por las celebraciones del carnaval, el consejero admite que las aglomeraciones entrañan riesgos pero que la situación actual es muy distinta a la de hace un año por estas fechas. En el caso del uso de la mascarilla en las aulas, el consejero ha recordado que se rigen por la regla general y Asturias aboga por seguir el guión que determinen los técnicos. El día en que cinco centros del Salud han recuperado la atención continuada. Son los de Campomanes en Lena, Sama y Riaño en Langreo, Soto del Barco y Villalegre en Avilés. Desde hoy prestan asistencia sanitaria más allá de las tres de la tarde. Un servicio que ha estado restringido durante toda la pandemia. El plan es que en las próximas semanas se restablezca en el resto de Asturias sin recortes de personal.

Decía con motivo del traslado al centro de especialidades de Pumarín del servicio de Pediatría de Perchera al que están adscritos 1400 niños de la zona sur de Gijón. La inversión se aproxima a los 100.000 euros.