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Mark Duplass: "Como cineasta no necesito complacer a todo el mundo"

El actor estadounidense estrena 'Language Lessons', una comedia dirigida por Natalie Morales en tiempos de Zoom

Mark Duplass en 'Language Lessons' / Language Lessons Film

Mark Duplass en 'Language Lessons'

Madrid

Durante la cuarentena de 2020 Mark Duplass (Nueva Orleans, 1976) pasaba los días en su casa haciendo pan y revisitando películas antiguas. En un momento dado comenzó a asistir a sesiones de castellano online en un Instituto de Guatemala y descubrió su interés por las clases de conversación. Con su profesora consiguió crear muy rápidamente un espacio virtual donde poder charlar de cuestiones más profundas y, paradójicamente, generar vínculos más cercanos que los que se consiguen muchas veces en persona. "Vivimos en un momento en el que nos sentimos desconectados, ¿qué pasa si hacemos una película que muestre la capacidad de conectar de esta forma?", se planteaba el actor. "Así que llamé a Natalie [Morales], que era amiga mía". Juntos comenzaron a escribir el guión.

El actor americano, que recientemente ha participado en The morning show, nos atiende desde su preciosa casa vía Zoom, la misma herramienta que funciona como dispositivo narrativo en Language Lessons. La cinta que dirige Morales nos presenta la historia de Adam (Mark Duplass) y Cariño (Natalie Morales), dos personas que se conocen a través de unas clases online de castellano y que, gracias a este vínculo profesora-alumno, crean una relación de amistad.

A pesar de ser una película de la "era Covid", grabada a distancia por Zoom, no hay referencia al virus y eso es maravilloso porque puede trasladarse a cualquier época o a cualquier momento. Aún así, ¿tiene miedo a que la película no funcione con el público por la "fatiga pandémica"?

No tengo miedo a eso porque ya sé que no va a funcionar con mucha gente precisamente por la fatiga pandémica. Lo he aceptado y está bien. A medida que me hago más mayor como cineasta me doy cuenta de que no necesito complacer a todo el mundo y de que no a todo el mundo le va a gustar mis películas. Así que las hago como me apetece hacerlas y espero que la gente encuentre en ellas algo con lo que conectar. Está bien si eres el tipo de persona que no quiere ver a personas hablando entre ellas a través de una pantalla durante 90 minutos, ¡está bien! No tienes que ver la película. Pero hay gente a la que de verdad le encanta una historia sencilla sobre el amor platónico, a mi me encantan esas historias y esa es mi gente.

¿Cómo trabajó el castellano? En la película su personaje dice que es muy difícil hacer bromas en otro idioma. Curiosamente, la película tiene muchos puntos cómicos. ¿Le ha resultado muy complicado?

[Contesta en español] ¡Es muy difícil hacer chistes, es muy difícil parecer inteligente en la lengua secundaria! [Risas]. Estaba un poco nervioso pero a la vez me sentía muy seguro con Natalie. Cuando improviso en mi lengua natal puedo comunicar lo que quiero decir, tengo todas las palabras. Como actor esto era un esfuerzo para mi, tratar de improvisar y darme de bruces contra un muro, no encontrar las palabras correctas y tener que utilizar otras palabras que no funcionan bien para comunicar; eso creó una pequeña tensión y pequeños problemas en la relación, en la pantalla, que creo que son muy interesantes. Así que no estaba preocupado por cometer errores o parecer estúpido, porque creo que eso simplemente sumaba a la narrativa. Pero fue agotador, tengo que decir. No sé si a ti te pasa, que cuando hablas en inglés todo el día te cansa más y tienes que pensar más. Yo después de todo un día hablando en español estaba totalmente exhausto.

Pero además de comedia en la película hay un gran componente dramático. Se van combinando estos dos géneros porque ambos personajes están heridos y a la vez tratan de salir adelante. ¿Le parece un reflejo de la situación actual? Estamos en una especie de malestar general pero, a pesar de todo, hay que seguir.

Veo la película menos como un reflejo de cómo es la gente y de cómo se relacionan y más como el cumplimiento del deseo de una forma en la que podríamos habernos comunicado en un momento complicado, cuando estábamos confinados. Como tú dijiste, es una película que no solo funciona durante la cuarentena, va más sobre tener el coraje y la fuerza para revelar tus vulnerabilidades emocionales. Quería que la gente tuviera el ejemplo de: “Si haces esto, habrá muchos casos en los que serás recompensado”. Y creo que, en este caso, Adam y Cariño son muy recompensados por aguantar ahí y superarlo. Es en lo que yo creo. Llevo casado 20 años y yo aguanto, lo pongo todo de mi parte y lo hago funcionar. Y es difícil, no es fácil, yo trabajo con mi hermano [el cineasta Jay Duplass] y es difícil, pero creo que si eres leal y estás abierto a admitir tus errores, a pedir disculpas, a estar cerca, serás recompensado.

¿Cómo trabajó con Natalie su relación? Empieza siendo una vínculo profesora-alumno y acaba convirtiéndose en una amistad y en ocasiones hasta en una relación de terapia.

Hablamos mucho de la forma que queríamos que tuviera la película. No queríamos que fuese una relación romántica. Creíamos que si la película tenía algo único que ofrecer, sería una sobre el amor platónico, pero no el amor romántico. Y eso fue muy estimulante para nosotros. Más allá de eso, lo que intentamos hacer fue confiar en nuestra química natural. Natalie y yo ya éramos amigos, pero no amigos muy cercanos, así que lo que se ve en la pantalla son Adam y Cariño [chapurrea el actor en español] “estamos cayendo en el amor platónico, pero Mark y Natalie estamos cayendo en el amor platónico también” porque nos estábamos conociendo el uno al otro. Yo quería rodar la película en muy poco tiempo para que pudieseis sentir eso, esa chispa y esa emoción. Todo fue muy real. Natalie y yo disfrutamos mucho el uno del otro en un momento en que estábamos solos encerrados en nuestras casas.

El hecho de que la conexión a veces no funcione, ¿es una metáfora para hablar de cierta falta de comunicación hoy en día?

Sí, definitivamente es una metáfora. En la película se puede ver que el internet se cae y se pierden algunas palabras. Yo cuando estoy enviando mensajes nunca envío nada importante, cojo el teléfono y llamo, para poder oír la voz, el contexto… Estamos perdiendo mucho estas cosas y está causando problemas en nuestras relaciones. Y en segundo lugar, cuando estás haciendo una película y solo hay un ángulo de cámara, el de la webcam, tener mal internet es una buena herramienta para justificar cuando necesitamos hacer cortes en la película [Se ríe]. Así que también fue una elección práctica.

 
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