No podemos permanecer impasibles ante un sufrimiento terrible
La Columna de Carlos Arcaya: «No podemos permanecer impasibles ante un sufrimiento terrible»
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Alicante
La nutrida colonia ucraniana residente en la provincia sigue saliendo a la calle a pedir que cese la invasión de su país y para recoger fondos. Sin olvidar que muchos rusos que viven en Alicante también apoyan estas movilizaciones.
Estos ciudadanos, con razón, se sienten abandonados por la comunidad internacional. Y con esta afirmación no es que me haya invadido un repentino ardor guerrero. Vengo a mostrar la tibieza de los colectivos sociales alicantinos a la hora de apoyar estas movilizaciones o de movilizar a la ciudadanía contra un conflicto que nos afecta a todos.
Y no solo por las repercusiones económicas, ni porque se produzca a las puertas de un continente al que se le llena la boca a la hora de hablar de valores, sobre todo porque la biología nos une y, en ese sentido, no podemos permanecer impasibles ante este terrible sufrimiento humano.
Nos manifestamos contra la Guerra de Iraq, esta otra nos toca igual de cerca. Es la forma que tenemos los ciudadanos de mostrar nuestra solidaridad y nuestra compasión.
