Bilbao

No ha podido ser. La decepción invade a un Athletic que soñaba con volver a Sevilla el próximo 23 de abril y, esta vez, acompañado por una marea rojiblanca que ha tenido que vivir las últimas finales desde la distancia. Pero, en el último peldaño de una escalera en la que consiguió derribar a FC Barcelona y Real Madrid, ha tropezado.

Un gol de Guedes en el tramo final de la primera parte ha decantado la eliminatoria. "Nos hizo mucho daño encajar un gol cuando estaba a punto de terminar el primer tiempo", ha reconocido Marcelino, que, sin embargo, se ha mostrado satisfecho con el juego de su equipo: "Encaramos muy bien el partido. Tuvimos ocasiones muy claras para adelantarnos", ha añadido.

El fallo incomprensible de Williams

¿Por qué no se adelantó el Athletic? Esta pregunta, que habitualmente tiene múltiples respuestas, señala por encima del resto a Iñaki Williams. El delantero del Athletic ha desperdiciado una ocasión de oro. Minutos antes del gol de Guedes, Muniain le ha servido un pase perfecto. El delantero ha recibido bien, pero ha tardado un mundo en disparar. Mucho más tiempo que la defensa del Valencia en encimarle.

Tras el descanso, y con el Valencia ya por delante en el marcador, ha llegado el guion esperado: "El rival, con el marcador a favor, defendía con mucha gente, por detrás del balón y en su campo. Lo hizo de manera muy eficaz", ha analizado Marcelino sobre la segunda mitad. "La diferencia es que nosotros no supimos mantener la portería a cero después de ir por delante en San Mamés y el Valencia sí", ha rememorado el asturiano sobre el partido de ida.