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Opinión

Tristes guerras

La firma del actor y director teatral, Juanma Cifuentes

Juanma Cifuentes / Cadena SER

Juanma Cifuentes

Tristes guerras

si no es amor la empresa.

Tristes, tristes.

Tristes armas

si no son las palabras.

Tristes, tristes

Tristes hombres

si no mueren de amores.

Tristes, tristes

Firma de opinión | Tristes guerras, de Juanma Cifuentes

04:26

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Dicen que la agresividad está genéticamente programada.

Y que esta agresividad nunca desaparece. Se transforma con el paso del tiempo.

A través de los años, el ser humano se ha lanzado sobre sus congéneres para arrebatarles el agua, la comida, el abrigo, el gas, el petróleo, el puesto de trabajo.

Es un impulso básico de supervivencia, cuyo eslogan es: “Me apropio de de los bienes ajenos y se los quito a los demás…por mis santos huevos…o por mi casto coño”.

Y de esta manera surgen las élites, las clases dominantes y la subordinación de unos pueblos a otros, el imperialismo.

Lo que hoy llamamos civilización, no ha sido capaz de cancelar esta programación neuronal agresiva inherente, a pesar de los líos en los que nos ha metido y por lo que veo, nos va a seguir metiendo.

Hasta hace unos días en este primer mundo que se separa del tercero, saltándose “por sus huevos” el segundo, habíamos reemplazado el dominio sobre el otro, a base de ostias, por el dominio comercial.

Sin duda alguna un sistema mucho más civilizado, aunque la finalidad sea la misma.

El objetivo es apropiarse de algo que no te pertenece, vidas, tierras, mentes.

Pues el objetivo de los imperios es el dominio.

Dominan en todos los sentido: doblegan a los fuertes, eliminan a los resistentes, a los héroes; mancillan, desacreditan, ejercen un control total sobre todos los aspectos de las sociedades.

Y seguimos con el afán Imperialista que rezuma en nuestros adns, a pesar de las perdidas, las muertes, la destrucción, el dolor que bien sabemos que causa.

¿Será verdad eso de que el hombre es un lobo para el hombre?

Estamos condenados a pelear por un pedazo de tierra, por una línea de frontera que se vea más estética en una revisión cartográfica?

Estamos condenados a no dejar escapar al Australopithecus que llevamos dentro?

Nos tenemos que conformar pensando que el Mundo funciona así y que no cambiará.

Somos estúpidos?

Nacimos estúpidos?

Nos volvimos estúpidos?

Y si la respuesta es afirmativa. La estupidez humana es infinita?

El Mundo no cambia, lo cambiamos nosotros. A ver si nos esteramos de una vez!

Un poco de raciocinio! De ese del que presumimos tanto!

Haciendo uso de él, me niego a creer que todo está fatalmente determinado y que siempre seremos creaciones defectuosas de la vida.

Recordar que solo los seres humanos somos capaces de transformar el medio para nuestros propios fines y que sin duda una mediación entre nosotros y nuestro entorno puede ser el primer paso para construir un mundo mejor.

Sólo tenemos que reflexionar sobre lo que es “ese Mundo mejor”, en el que nos gustaría vivir. Y ponernos a trabajar para conseguirlo.

Excluyendo a todos aquellos y aquellas que intenten imponer su agresividad, sobre la de el grupo.

No, no todo está dicho, ni hecho.

Nosotros podemos hacer que las cosas cambien.

Ese es uno de nuestros grandes poderes.

Fíjate si es grande que estamos a punto de cargarnos el planeta y nuestra propia existencia.

Déjate de fatalismos, de pesimismos, de derrotismos y contribuye a que lo humano no debe permanecer atrapado en los intrincados vericuetos ancestrales.

Déjate de jefes de tribu que imponga su bien estar a cambio de tu vida.

Y creemos entornos pacíficos, afectivos y solidarios como únicas opciones humanas.

Practiquemos la agresividad en positivo, ya que somos incapaces de deshacernos de ella.

Será la única acción racional que justifique nuestro paso por este Mundo y le de algo de sentido a nuestras vidas.

 
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