MALLORCA 0 - VALENCIA 1: Gabriel encuentra la brújula que Bordalás había perdido hace dos meses

Valencia

El resumen del partido para mí sería así de simple: un gol impresionante de Gabriel Paulista y a partir de ahí, defender, defender, defender, defender, defender, defender y defender. El verbo atacar desaparece muchas veces del diccionario futbolístico de José Bordalás, y hoy ha sido una de ellas.

Hice un informe durante la semana, con datos y números, en el que destacaba la importancia de la vuelta de Gabriel para recuperar la consistencia defensiva. Pues ahí está. Su presencia ha sido fundamental porque, siguiendo con datos, ha despejado ocho balones y ha bloqueado dos disparos que iban hacia portería, convirtiéndose en el guardián indiscutible del área valencianista. Y si a eso le añadimos el golazo que supone una victoria que se resistía en Liga en estos dos meses iniciales del año, pues poco más que añadir.

Respecto al planteamiento de partido por parte de Bordalás, entiendo el dibujo inicial porque es un recurso al que acuden multitud de entrenadores cuando ven que su equipo encaja goles con relativa facilidad. Sacas tres centrales, pones dos carrileros y con eso añades un inquilino más a tu línea defensiva. No ha descubierto la pólvora.

A partir de ahí, la puesta en escena del equipo me ha parecido de lo más pobre. Ha sido adelantarse en el marcador en el minuto 4 y dejar de jugar al fútbol. Una cosa es defender bien, ordenado y con criterio, cosa que el Valencia ha hecho muy bien; pero otra es renunciar absolutamente al ataque. Es que absolutamente nada de nada. Otro dato: el Mallorca sacó catorce córners y el Valencia simplemente uno.

Pero bueno, habrá mucha gente que piense que lo importante hoy era ganar y no el cómo. Que el fin ha justificado los medios. Entiendo perfectamente al que piense así, pero yo no soy de esos. Yo quiero que, además de defender bien, que el equipo ofrezca un mínimo de nivel ofensivo. Aunque quizá no le podamos pedir muchas peras al olmo Bordalás.