No hay guerras a medias
Las guerras suelen abarcarlo todo, van a por todo, aspiran a todo en el ánimo de quienes las desencadenan
Barcelona
Apenas hay guerras a medias, localizadas, implícitas, regionales. Las guerras suelen abarcarlo todo, van a por todo, aspiran a todo en el ánimo de quienes las desencadenan. Por eso las tropas de Vladímir Putin no se quedaron en las provincias orientales de Ucrania. Percuten sobre Kiev. Sobre la entera Ucrania. Los demás miramos lo que ocurre con asombro. Con pasmo. Con indignación. Emocionados por los testimonios de las víctimas civiles. Pero paralizados, inertes. A medias justificados por la inútil reacción de nuestros gobiernos: habrá sanciones, sí. Pero, ¿lograrán que los invasores se retiren? Se admiten apuestas: no. Porque por desgracia, nada indica que el antiguo jefe de la KGB soviética y sanguinario dictador que asesina a disidentes y masacra a sus vecinos, vaya a perder esta guerra en lo inmediato. La perderá a largo plazo, seguro. Ojalá que incluso antes. Los disidentes acabarán siendo mayoría. El pueblo ruso ha empezado a protestar. Pero estos fenómenos tardan tiempo en fraguar. Hungría se levantó en 1956. Checoslovaquia, en 1969. Así que pasaron decenios hasta que obtuvieron su libertad. Para demasiada gente, demasiado tiempo.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...