El Atlético se levanta goleando en El Sadar

Era la primera de las 14 finales. Los puntos de inflexión de Valencia y Getafe quedaron en vano, pero en una semana convulsa, cargada de reuniones en busca de confianza y unidad, el Atleti necesitaba ganar. El órdago de Gil Marín caló en la plantilla rojiblanca. Salió bravo el Atlético de Madrid, que solo necesitó 3 minutos para verse por delante. Erró en el despeje Sergio Herrera, y Joao Félix, en su sitio de recreo, remachó para reencontrarse con el gol. El Sadar es el oasis del portugués. Después de tanta tempestad en el ambiente atlético y de la eterna discusión que siempre protagoniza su figura, el templo rojillo volvía a aparecer para recordarle el sabor del gol. Son cinco goles en tres visitas a Pamplona.

El Atleti quiso vivir con el resultado, pero enfrente estaba Osasuna. Los de Arrasate tuvieron que recomponerse del primer golpe, pero con el transcurrir del reloj, los rojillos se fueron aclimatando al partido. La presión de Osasuna se fue intensificando al tiempo que metía su habitual cemento para frenar a los rojiblancos, hoy de azul, que buscaban en largo lo que no podían encontrar en corto. Misma estrategia siguieron los locales, que intentaban intimidar con centros dirigidos al área. Tanto que hasta Budimir se topó con el palo derecho rematando de cabeza un envío desde la esquina.

Intenciones, pero pocas agitaciones en el verde de El Sadar hasta el segundo gol rojiblanco. El mayor vuelco lo sufrió el Atleti, que de nuevo, tuvo que prescindir de Giménez en el descanso por molestias. La eterna baja a cuatro días de recibir al Manchester United. No todo serían malas noticias para Simeone. En un córner de esos en los que antes se temblaba salió con el 0-2 bajo el brazo. Joao Félix, fagocitado por su escenario predilecto, divisó a Luis Suárez a la carrera, asitiéndole con un balón largo que el charrúa transformaría en un golazo. Sergio Herrera le regaló la red para que fusilara desde 40 metros a falta de media hora.

El Atlético superó el ambiente de El Sadar y el empuje de Osasuna encadenando concentración, orden y seguridad, tanto en lo que hacía como en lo que recibía. Además, vio en Reinildo a un stopper en quien sostenerse. Los segundos 45 minutos fueron una transcripción de cholismo, de esquivar el área de Oblak, enredar y reducir al de enfrente y convertir cada llegada en gol. Lo corroboró Correa, que sigue instalado en la gracia, ajeno a cualquier atisbo de crisis. El argentino la enganchó en el espacio y a la carrera para iluminar el 0-3.

El enésimo punto de inflexión, y a falta de saber si definitivo, lo encontró el Atleti en El Sadar. Primera vez que deja la portería a cero fuera de casa, primera victoria en ocho partidos lejos del Metropolitano. A la vuelta de la esquina viene el Manchester United, que pondrá a prueba el estado de 'la recuperación' a la que los de Simeone se han abonado.

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Osasuna - Atlético de Madrid: el partido en Carrusel