El médico suspendido que atendió el parto que acabó con un bebé fallecido no contaba con instrumental para reanimar a un neonato
El informe que la Guardia Civil ha remitido a los juzgados concluye que incurrió en un delito de homicidio por imprudencia profesional
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Una pareja de agentes de Guardia Civil / RA
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Ibiza
Homicidio por imprudencia profesional. Es el delito que se imputa al médico negacionista de Formentera por su participación en un parto en un agroturismo de Santa Eulària, estando suspendido de colegiación, que acabó con el bebé fallecido.
El informe que ha elaborado la Guardia Civil tras tomar declaración al facultativo y a la pareja, concluye que se contó con sus servicios para asistir al parto mediante un contrato verbal y que se le pagó con dinero en efectivo por asistir al parto. Todo ello a pesar de que se encontraba inhabilitado para ejercer la medicina por sus declaraciones negando la pandemia.
En el informe detallan que hubo imprevistos durante el parto que hicieron que el bebé entrara en parada cardiorrespiratoria, pero el médico no contaba con los instrumentos básicos necesarios para reanimar a un neonato y recurrió a maniobras de reanimación cardiopulmonar que no dieron resultado, por lo que se avisó a los servicios de emergencias del 061.
Los efectivos sanitarios sí consiguieron reanimar al bebé y estabilizarlo para después trasladarlo al Hospital Can Misses, donde se decidió derivarlo a la UCI Pediátrica de Son Espases, en Palma, donde falleció el pasado día 7 de febrero.