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¿Por qué no deberíamos acercar mucho los pies a las fuentes de calor sobre todo los más mayores?
Entrevista a Maite García del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana
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Maite García, Colegio de Podólogos de la Comunitat Valenciana
Gandia
Invierno, febrero y frío, pero atención porque los podólogos alertan de los peligros para la salud de los mayores a causa de acercar los pies a fuentes de calor como braseros o estufas domésticas. Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha advertido de que este comportamiento puede acarrear importantes problemas de salud especialmente en el caso de las personas mayores o las que tienen diversas patologías como la diabetes o deficiencias circulatorias.
En Hoy Por Hoy Gandia hemos hablado con Maite García, vicepresidenta del ICOPCV, quien nos ha explicado que las personas con neuropatías o alteraciones de la sensibilidad, pueden estar sufriendo quemaduras al acercar los pies a las fuentes de calor y no darse cuenta al no percibir el calor como toca.
Así asegura que en esta época del año es muy frecuente en las consultas pacientes con el llamado Eritema Ab Igne que son unas manchas oscuras de aspecto reticulado que aparecen en la zona de la piel expuesta a una fuente de calor crónica como son estos braseros, calefactores o mantas eléctricas. Desde el ICOPCV se ha señalado que al eliminarse la fuente de calor directa, estas manchas van desapareciendo poco a poco.
No obstante, hay que tener cuidado porque se ha llegado a casos de padecer quemaduras graves y, precisamente, debido a sus problemas circulatorios cuestan mucho de curar, lo que disminuye su capacidad de movimiento y afecta en un su salud en general obligándoles a un mayor sedentarismo. Además, en casos extremos, si se mantiene la presencia de esta fuente de calor de forma constante se han llegado a desarrollar tumores malignos cutáneos como el carcinoma epidermoide.