Los males del Reino crecen
A la crisis como local de la Cultural y sus continuas inferioridades se une el maltrecho estado de un césped otrora envidiado
Estado actual de la zona sur del Reino de León / Isaac Llamazares
El estadio leonés resulta irreconocible. No se encuentran la Cultural y el Reino de León. De la insuperable mezcla de antaño apenas queda el recuerdo, los datos. El equipo se sentía invulnerable en la siempre bien cuidada hierba del municipal, que también ha pasado a mejor vida. Los resultados, los arbitrajes, las heladas, las fallidas soluciones...Todo juega en contra en una temporada demasiado errática del equipo ante su afición.
Recién comenzada la segunda vuelta, el cuadro leonés ya ha perdido cinco partidos en casa (Rayo Majadahonda, Talavera, Celta B, Deportivo y Unionistas). Hay que remontarse a la campaña 2010/11 para encontrar un precedente idéntico cuando al ejercicio actual aún le quedan siete citas en el Reino (Tudelano, SD Logroñés, Calahorra, Racing de Ferrol, Zamora, DUX Inter y UD Logroñés) donde el pasado año se superaron récords negativos. Considerando el año natural, en 2021 la Cultural perdió más veces que nunca como local (9 derrotas en partidos oficiales, 7 en 1982, 1969 y 1966).
La habitual rampa de lanzamiento hacia los primeros puestos ha perdido su fuerza. La Cultural no está cómoda en su campo y, además, de un tiempo a esta parte ha encontrado obstáculos imprevistos y poco frecuentes por su repetición. En las últimas tres ocasiones en las que jugó en casa perdió a un jugador antes de la conclusión. Fran Cruz frente al Real Unión (minuto 50), Jaime Sierra contra el Badajoz (minuto 65) y Aarón ante el Unionistas (minuto 23) fueron expulsados, viéndose privado el equipo de jugar durante muchas fases de los partidos en las mismas condiciones numéricas que sus rivales. Los de Curro Torres han estado en inferioridad ¡más de 130 minutos! en tres partidos, es decir, más de dos horas de reloj, afrontando, de manera solvente en la mayoría de los momentos, una contingencia ¿única? No. En 2015 pasó algo parecido cuando, de manera sucesiva, Kamal (Burgos CF), Pérez (Valladolid Promesas) y Santi Santos (R. Ferrol) dejaron a la Cultural con 10 hombres en casa, aunque el botín (7 puntos de 9) fue suculento.
Por si fueran poco los resultados de una campaña algo más que irregular y las continuas bajas por expulsiones y sanciones en terreno propio, la Cultural también echa de menos el esplendor de su césped. Las temidas heladas en el fondo sur han pasado factura de una forma inesperada. Una adversidad habitual de cada invierno a la que la propiedad trató de poner fin cuando se dio el salto a la Segunda División. Aspire puso los medios materiales para que el hielo no fuera un hándicap e, incluso, estableció una alianza con la empresa del sector (Royalverd), encargada del mantenimiento de la hierba de numerosos estadios del fútbol español. Sin embargo, la realidad es que en este momento el área sur es una zona quemada por la incidencia de las lámparas de calor y su aspecto es deficiente, dando una imagen poco habitual, como el campo de entrenamiento en el Área Deportiva de Puente Castro, que también tuvo días mejores.
Mirando a Almendralejo
El inicio de la semana en el seno de la Cultural arrancó con la incertidumbre por la disputa o no del partido programado para las 17:00 horas del sábado en el feudo del Extremadura UD, al que al día siguiente se le agotará el plazo judicial para presentar más de 3 millones de euros y evitar su liquidación automática. Los azulgrana están sufriendo un calvario entre impagos y escandalosas goleadas con la esperanza de que lo hecho merezca la pena en pos de la supervivencia del club. "Ha sido el último partido que jugamos en estas condiciones. Nuestro compromiso ha llegado hasta aquí. Si no llega el dinero, no vamos a jugar contra la Cultural", avanzó el técnico Manuel Mosquera tras el duelo del sábado en Calahorra.
