El régimen cubano redobla la persecución de disidentes

Madrid

Maykel Castillo, el Osorbo, es un rapero y compositor cubano encarcelado por el régimen castrista. Compuso 'Patria y vida', la canción que se ha convertido en el himno de la disidencia cubana, amén de haber ganado un Grammy como mejor canción urbana y reivindicativa. Su estado de salud es delicado y requiere atención médica. Carolina Barrero es su amiga, disidente también, recién llegada a España obligada por el gobierno cubano, como condición para que Castillo reciba asistencia sanitaria. Antes había pasado seis meses en arresto domiciliario por haber participado en las manifestaciones en protesta del régimen del 11 de julio pasado. Las primeras protestas públicas de levantamiento ciudadano en Cuba contra el régimen comunista que fueron desde el Cabo de San Antonio hasta la punta opuesta del país.

El gobierno de Cuba respondió a estas protestas con represión, con cortes de internet masivos, detenciones, persecuciones, encarcelamientos, violencia, descrédito y miles de detenidos, de los que hoy quedan 900, según un informe de la fiscalía cubana. 115 son niños y de esta cifra 55 están en prisión domiciliaria en espera de juicio y 27 son menores de 16 años en centros de detención donde son adoctrinados. Los juicios no son públicos, solo se les permite la entrada a un familiar, y según nos cuentan los familiares, no tienen más que un video de la persona caminando o gritando consignas, sin mas evidencias ni pruebas.

Denuncia Barrero que “a los activistas que fuimos a seguir el juicio, nos echaron de allí con violencia, y nos llevaron a unidades policiales de diferentes lugares. Nos interrogaron y se me hizo saber que tenía 48 horas para salir del país y se me explicó que de no hacerlo, algunas de las detenidas serían acusadas de desorden público. También me dijeron que la petición de Maykel de recibir asistencia médica se iba a retrasar si yo no me iba. Lo único que podía facilitar el tratamiento de Maykel era mi salida de Cuba”

El exilio forzado, es una estrategia que durante 7 décadas el gobierno cubano ha usado para presionar y separar a los disidentes y opositores porque salir de Cuba significa que el ruido va a ser mucho menor y el seguimiento también.

Y es que esta nueva hornada de opositores hacen mucho ruido en las redes sociales y, aunque este ruido no se escuche en profundidad en Cuba, sí crea un malestar en el resto del mundo poniendo en jaque al gobierno de La Habana. Cada día hay mas gente moviéndose en internet en Cuba y eso es lo que ha hecho que haya habido respuestas masivas a las convocatorias que se han realizado hasta ahora.

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Dice Carolina Barrero que no se ha puesto en contacto con las autoridades españolas, pero que si quieren hablar con ella está disponible. Esta historiadora cubana tiene también pasaporte español, lo que le permite entrar y salir de Cuba con cierta libertad. Lo que no sabe es si a pesar de su deseo de volver a la isla, podrá hacerlo.