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Yolanda Díaz irrumpe en campaña en la recta final: tres horas en un bastión de la izquierda en la ‘España vaciada’

La vicepresidenta reúne a 400 personas en Castronuño, un pueblo de unos 850 habitantes de Valladolid gobernado por IU, y pide el voto a Unidas Podemos como garantía para replicar en Castilla y León un gobierno de coalición “estable” y “de progreso”

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, en un acto de campaña en Valladolid. / Europa Press News

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, en un acto de campaña en Valladolid.

Castronuño

Unidas Podemos esperaba como agua de mayo a la vicepresidenta Yolanda Díaz y, aunque se ha hecho esperar, su irrupción en la campaña de Castilla y León el penúltimo día de la misma supone, según los morados, un “espaldarazo” que será clave para afrontar los comicios del domingo con buenas expectativas.

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Para su única incursión en la contienda electoral, que ha durado algo menos de tres horas, Díaz ha elegido un pueblo de unos 850 habitantes de Valladolid, de la ahora conocida como ‘España vaciada’. La vicepresidenta no quería acudir a una ciudad, prefería un sitio más tranquilo, según explican fuentes de la candidatura, y ha optado por esta simbólica ‘aldea gala’ vallisoletana, donde Izquierda Unida –y antes, el Partido Comunista—lleva en la alcaldía prácticamente desde la llegada de la democracia. Es además el pueblo de los padres del secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, con quien Díaz ha compartido muchas horas de negociación en los últimos meses.

“Unai me ha dicho que me tengo que hacer una foto con ‘La Cantarera’”, ha comentado al llegar al pueblo. Se refería a la estatua que, a orillas del Duero, representa a una mujer con un cántaro, como homenaje “a todas las mujeres que con esfuerzo, dedicación y generosidad hicieron posible la sostenibilidad de las familias y el desarrollo de la sociedad”, según reza en la placa.

En su visita a Castronuño, Díaz ha logrado reunir a unas 400 personas un jueves al medio día, en horario laborable. En un acto en un pequeño anfiteatro al aire libre, junto al aspirante a la presidenta de la Junta, Pablo Fernández, y la candidata María Sánchez, la vicepresidenta ha aprovechado para reivindicar su gestión como responsable de Trabajo, con especial hincapié en la reforma laboral y la nueva subida del salario mínimo.

Niega una brecha en la coalición con el PSOE

Díaz ha hecho precisamente de esa gestión y del papel de Unidas Podemos como partido de gobierno, impulsando “políticas útiles”, el reclamo para pedir el voto para Unidas Podemos el 13-F. Además, ha negado que exista una brecha con los socialistas por la propuesta de Unidas Podemos para impulsar ya una reforma fiscal. De hecho, ha reivindicado la “buena salud” y la “estabilidad” de coalición con el PSOE como ejemplo para Castilla y León, frente al “desastre” que suponen, a su juicio, las alianzas de la derecha.

“Lo que nos jugamos en definitiva, con todo el escenario abierto, es un gobierno de progreso, una coalición estable como la que representa el Gobierno de España. No hay mayor inestabilidad que las coaliciones de la derecha”, ha enfatizado. “La política no es politiqueo. La política es venir a gobernar para trabajar para la gente. Dejemos de convertir la política en un espectáculo público”, ha defendido también Díaz.

La líder de Unidas Podemos dentro del Gobierno ha cargado duramente contra el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al que ha responsabilizado incluso de la despoblación por su “inacción” al frente del Gobierno. Y ha advertido del riesgo de que integre en el futuro ejecutivo autonómico “al partido del odio”, en alusión a Vox.

Díaz ha protagonizado el que ha sido uno de los mítines con más asistencia de los que ha hecho Unidas Podemos en lo que va de campaña. En Podemos esperaban que su popularidad sirviera como reclamo, y de ahí que los morados lleven esperando con inquietud su implicación en unas elecciones que no son fáciles para la izquierda.

La líder de Unidas Podemos en el Gobierno ha asegurado que le hubiera gustado participar antes en la campaña, pero ha aludido de forma velada a sus compromisos como responsable de Trabajo. Tras la dura negociación de la reforma laboral, que finalmente se aprobó hace una semana, la vicepresidenta cerró este miércoles un acuerdo con los sindicatos para una nueva subida del salario mínimo. Y eso le ha valido para que varios de los asistentes le hayan parado para felicitarle, al tiempo que le pedían una fotografía, como la que se ha hecho con un grupo de trabajadores del ayuntamiento.

Objetivo: lograr grupo propio en las Cortes

En Unidas Podemos admiten que Castilla y León es una plaza complicada pero cuentan, como poco, con salvar los muebles y mantener los dos procuradores que ya tienen. Ven "factible" incluso lograr grupo parlamentario propio, según fuentes moradas, para lo que necesitarían tres escaños -que creen que pueden sacar en Valladolid, Burgos y León- y al menos el 5% de los votos.

Lo que no contemplan es quedarse sin representación en esta Comunidad, como sí les ha ocurrido en otras elecciones autonómicas, como las de Galicia del verano de 2020. La implantación territorial sigue siendo uno de los principales retos del partido desde que surgió en 2014 y, tras la salida de Pablo Iglesias de la secretaría generan hace casi un año, esta ha sido una de las prioridades de la nueva dirección, con Ione Belarra al frente.

 
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