La iniciativa que pretende hermanar a Aranda y La Palma
Un ribereño que vivió en la isla quiere ayudarla potenciando su turismo y creando vínculos de unión entre ambos territorios, a nivel vinícola o deportivo, entre otras cuestiones

La unión entre Aranda y La Palma
19:33
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Aranda de Duero
Este miércoles la SER ha vuelto a poner una vez más de manifiesto la gran solidaridad que se respira en nuestra localidad y en nuestra comarca. Pero primero vamos con el contexto. Desde septiembre y hasta diciembre, un fenómeno natural mantuvo en vilo a toda la isla de La Palma: un volcán que arrasó con las aspiraciones de miles de personas y que despertó el sentir de todo un país. Pues bien, este miércoles hemos descubierto el nexo de unión entre la Ribera del Duero y La Palma por el que podría producirse un hermanamiento muy especial entre ambas tierras. Israel Heredia 'Maño' es un ribereño de adopción más. Pero en su trayectoria hay mucha vida. Y parte de ella se desarrolló en esta isla. Por ello siguió muy de cerca este desastre natural, y mantuvo el contacto con sus buenos amigos, que se vieron afectados por esta situación.
¿Cómo surge todo?
"Tomando unas cervezas en El Paso", responde Isra. "Yo estuve hace unas semanas visitando a mis amigos. Desde La Gomera me fui a La Palma hace años y me enamoré. Parece un corazón enterrado en el mar. Con el volcán... he llorado. Tengo amigos que lo han perdido todo. Yo habría sido desalojado si siguiera viviendo allí. Son muchos sentimientos... pero la vida sigue y la alegría de los palmeros está. Una amiga de Los Llanos dice entre risas que su casa no la ha perdido, que la tiene 'allí abajico', bajo la ceniza. Y ahora es momento de ayudar, que la gente vea que merece la pena ir a la isla. Por eso no necesitamos dinero, lo que necesitamos es que la gente vaya a La Palma", cuenta, aseverando que el volcán "no es tanto un reclamo como gustaría y falta turismo", pero que "es muy muy bonita y tiene muchas cosas más allá del volcán".
Isra quería ayudar pero tenía claro que no podía ser a través del dinero. Por eso quiere potenciar el turismo. Y para esta nueva aventura ha encontrado el apoyo de "un gran amigo y una gran persona", como él dice, que además es Premio Ondas por su cobertura informativa en La Palma con el micro de la SER y autor de dos libros, Eduardo Cabrera. "Nos hacen falta locuras como esta. Hay que creer en ellas si de verdad queremos ir hacia delante. Lo decimos mucho ante esta situación; si esto ha sido algo extraordinario, necesitamos formas de pensar extraordinarias para salir adelante", cuenta este último, relatando que "ahora estamos en la isla en esa fase de reconstrucción a un ritmo más lento de lo que nos gustaría; hay muchas máquinas trabajando sin saber lo que se van a encontrar, hay rocas a 1000 grados de temperatura, inestabilidad debajo... Es una improvisación diaria, mucha gente aislada, lejos de sus casas".
Eduardo también se vio envuelto en una compleja situación. La plantación de su mujer se vio afectada. Pero como él cuenta, "la isla son 700 kilómetros cuadrados de isla, 80.000 habitantes". "Es imposible que no conozcas a alguien que se haya visto afectado; hay quien ha perdido todo, quien ha perdido cultivos, casas, negocios... Quien no puede acceder... Nos damos cuenta en estas situaciones de cómo todo nos afecta y de que somos eslabones de una cadena inmensa que se pone en marcha cuando se necesita ese trabajo de empatía y solidaridad para despertarnos, como esa unión entre La Palma y Aranda de Duero", añade.
Un hermanamiento de vino
"Ahora que Aranda es la Ciudad del Vino me gustaría que se hiciera un hermanamiento entre la Ribera y los vinos de La Palma, o que nuestros equipos de fútbol, balonmano, rugby... Jueguen allí un amistoso o que ellos vengan aquí", explica Isra. Y es que quizá esa unión gastronómica a través del vino sea un gran paso; ya se ha dado el primer contacto entre ambas denominaciones. "Tenemos vinos tintos, rosados, blancos, espumosos... Pero la joya de la corona son los vinos de malvasía", relata Cabrera, antes de hacer referencia a uno de sus libros, en los que viene a explicar cómo la primera democracia de España se dio en esta isla donde también se produjo la cuarta iluminación eléctrica del mundo, y donde sus vinos dulces crecen en cepas de 500 años de edad en la zona de Fuencaliente. Incluso con proyectos llamativos, como el de Naida y Constan, una pareja que tiene su viña y que han paseado en barco por todo el mundo su vino para que acoja unas propiedades únicas y salgan sus botellas a subasta para ayudar a su tierra.
Los primeros pasos para esta unión ya se han dado. Una unión necesaria porque como bien dice Eduardo, aunque el volcán solo erosionara una parte de la isla, toda La Palma se ha visto afectada. Es momento de ayudar y arrimar el hombro. Si algo tan propio como el vino ya nos une, quizás ahora la Ribera y La Palma puedan estar mucho más cerca que nunca.

Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...