Gracias, Asun Díaz de Isla
La Firma de Eva Calleja
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"Gracias, Asun Díaz de Isla", la Firma de Eva Calleja
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Palencia
Hay personas que pasan por tu vida y dejan huella. Hay personas que además de eso dejan una huella social esencial.
Hoy me parece justo y además imprescindible hablarles de una mujer a la que despedíamos el pasado viernes y que dejó una huella importante por su trayectoria vital en nuestra ciudad, su nombre, Asun Díaz de Isla.
Hay quiénes pasan por la vida peleando por lo suyo, luchando por su pequeño gran mundo y el de los suyos, que no es poco, pero sin implicarse en la “modificación” del gran mundo, que es ese en el que habitamos todas las personas con nuestras propias y diversas circunstancias. Personas que asumen en su día a día la decisión de poner su energía, de forma altruista y firme, para prestar su voz a los demás.
Asun Díaz de Isla pertenecía a ese segundo grupo de personas. Durante muchos años fue una de las voces más claras y comprometidas con la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.
Lo hizo desde el movimiento asociativo: desde la Asociación de Esclerosis Múltiple, de la que fue Presidenta, como Presidenta, también, de FEDISPA, la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Palencia, desde Amudis que centra el foco de forma específica en las mujeres con discapacidad y esencialmente en el medio rural y siendo, durante una parte de su vida Vicepresidenta de COCEMFE CASTILLA Y LEÓN.
Asun fue siempre un “sí”, un "podéis contar conmigo y con mi tiempo", un "¿dónde hay que ir?", un "¿qué hay que hacer para seguir dando pasos adelante hacia una sociedad inclusiva?" Siempre estuvo ahí sin desfallecer.
Si algo se me viene a la cabeza cuando recuerdo a Asun es su sonrisa, que nunca faltaba en su rostro, su forma tranquila de afrontar los reveses que le dio la vida, que no fueron pocos ni fáciles de encarar, su sentido del humor, su pasión ante el día a día y su compromiso absoluto con la obtención de derechos y “el cambio de mirada” hacia la discapacidad.
Las despedidas siempre se visten de un halo de tristeza, días tristes para su compañero de vida, Andrés, para sus hijos y para sus nietos. Desde aquí mi más cariñoso abrazo.
Días tristes también para una ciudad que despide a una mujer que nos ayudó a escribir una importante página de la historia de la defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Un ámbito en el que aún nos queda un larguísimo camino por recorrer a todos los niveles: accesibilidad, educación, empleo, deporte, ocio… pero también, y diría yo que sobre todo, en la eliminación de estereotipos en relación con las personas con discapacidad.
Asun, nuestro agradecimiento. Te echaremos de menos y trataremos de no olvidar nunca lo mucho que nos enseñaste. Me considero afortunada porque parte de nuestro camino coincidiera.
"Gracias, Asun Díaz de Isla", la Firma de Eva Calleja
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