"Necesito pastillas para dormir": el 85% de los enfermeros ha visto afectada su salud mental tras la pandemia

Madrid

Un macrosondeo, elaborado por el Consejo General de Enfermería, señala que la mitad de los enfermeros han pensado en abandonar la profesión por la pandemia. Las respuestas de 19.300 profesionales reflejan que aproximadamente el 63% ha valorado la opción de solicitar la prejubilación aunque suponga una reducción en su pensión. Los datos hablan de un agotamiento generalizado al que personas como Araceli y Marisa ponen rostro.

"Necesito pastillas para dormir", ha confesado Araceli, enfermera de atención primaria en la Comunidad de Madrid. Empezó a utilizarlas en el momento en el que "relajarse de todo para el descanso" se convirtió en un imposible. Una situación que Marisa, enfermera del Hospital Clínico de Zaragoza, comprende a la perfección: "Entiendo el agotamiento personal que lleva a plantearse el abandono de la profesión. Las enfermeras nos dedicamos a las personas y, para nosotras, todas las que morían no eran cifras".

Un panorama que, a pesar de ser diferente del vivido durante los primeros meses de la pandemia, todavía resulta muy complejo. Lo peor, según ha advertido Araceli, es "darle vueltas a las cosas". Una mezcla, según Marisa, de "miedo e incertidumbre". "Está la pandamia y lo que no es la pandemia, ahora nos enfrentamos a otras personas que tienen enfermedades crónicas", apunta. Personas que han sufrido las consecuencias de un sistema sanitario detenido y centrado casi exclusivamente en el Covid. Una tortura para las profesionales que, como Araceli, tratan día a día con esos pacientes. "Los cuidados llegan donde no lo hacen los fármacos, y los cuidados somos nosotras, las enfermeras", ha recordado.

Precariedad e inestabilidad

La pandemia ha puesto en valor la importancia de los profesionales del sector sanitario. Sin embargo, no ha sido suficiente para trazar un plan de mejora en el sector. "Ojalá sirviese para que la situación mejorase", han reflexionado las profesionales. Lo ven difícil. "Que faltaban enfermeras es algo que lleva pasando muchos años, la pandemia lo ha evidenciado", ha afirmado Marisa antes de advertir que "si realmente son importantes", como se ha visto, "tendría que haber plantillas de profesionales", entre otras muchas cosas.

La falta de recursos también repercutió de manera directa sobre las profesionales a nivel psicológico. "Pensaba: 'Si cojo la baja, mi compañera va a tener mucho más trabajo'", ha reflejado Araceli. Una tensión que, sumada a la intensidad de la propia situación de entonces, empujaba a las profesionales a un agotamiento generalizado.

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Con todo, tanto Araceli como Marisa están "contentas" con su trabajo "pese a las dificultades". Si volviesen atrás en el tiempo volverían a elegir el mismo camino. Aun así, esperan que las nuevas generaciones puedan gozar de un panorma laboral mejor.