Alicante

Casa Mediterráneo lleva más de una década funcionando sin licencia de apertura ni de actividad. Fuentes consultadas han confirmado que la institución diplomática, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, carece de los permisos necesarios desde que abrió sus puertas al público.

De hecho, según ha podido saber Radio Alicante, opera con luz y agua de obra desde el inicio de su actividad en 2011, aunque el inmueble fue inaugurado oficialmente en 2013 en un acto presidido por la entonces ministra de Asuntos Exteriores, la popular Ana Pastor. Desde entonces, ha transcurrido ya una década sin que se haya solucionado el problema. Una década en la que ha habido gobiernos municipales de distintos colores políticos, al igual que directores de la institución nombrados por los distintos ministros de Exteriores.

La nueva dirección de Casa Mediterráneo, que asumió las riendas de la Casa Mediterráneo hace 2 meses, se ha reunido ya hasta en tres ocasiones con la Concejalía de Urbanismo para intentar solventar este problema que viene de lejos y que, en teoría, debería obligar a paralizar las actividades de la institución hasta que sean solventados.

Si bien, según la legislación, algunas actividades están exentas de presentar estas licencias, si se tiene la obligación de cumplir la normativa urbanística vigente. Este es el caso del inmueble de Casa Mediterráneo, cuyas instalaciones presentan deficiencias desde el inicio de su actividad que no fueron solventadas durante las obras de renovación del inmueble.

Fuentes municipales confirman estar a la espera de un informe técnico de Casa Mediterráneo sobre la adecuación de sus instalaciones y las medidas a realizar para adaptarlas a la normativa. Se trata de un proyecto complejo, apuntan estas mismas fuentes, ya que recoge aspectos como la volumetría del inmueble, problemas de accesibilidad, falta de aseos, o incluso cambios y mejoras en los accesos.

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La oposición pide explicaciones

Desde el grupo municipal socialista, su portavoz, Francesc Sanguino, anuncia que pedirá la comparecencia del concejal de Urbanismo para que explique la situación de la institución diplomática.

Mientras, Compromís en el Ayuntamiento pide al alcalde que se tome en serio Casa Mediterráneo, que es un activo de la ciudad, y lamenta que el consistorio alicantino no pague la cuota que le corresponde. Habla de situación kafkiana y pide soluciones.

Problemas desde el inicio

Se trata de una institución diplomática que nació ya con polémica y que ha destacado más por choques generados entre Ayuntamiento y las distintas direcciones, sobre todo cuando eran de distinto color político. El proyecto fue ideado por el ejecutivo central de José Luis Rodríguez Zapatero. En concreto, fue en 2007 la benidormense Leire Pajín, como secretaria de Estado de Cooperación, quien impulsó la instalación en Alicante para "promover el intercambio cultural entre los países de la ribera mediterránea". En 2009 se constituyó el consorcio que la gestiona, formado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat, y los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Jávea.

Pero el proyecto se encontró desde un inicio con el escaso interés del PP, principalmente de la entonces alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y del Consell, gobernado por Francisco Camps. De hecho, ya en 2011 la vicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, aseguraba que el Ejecutivo autonómico se iba a replantear su inversión en el proyecto Casa Mediterráneo. Ese año, el Ayuntamiento de Alicante pagó solo 100.000 euros de los 400.000 que debía aportar. La Generalitat tenía que pagar dos millones y solo abonó 400.000 euros. Se llegaron a producir cruces de declaraciones entre los dos partidos acusándose mutuamente de "deslealtad institucional"

Y es que, desde las filas populares cargaron muy duramente contra el PSOE en esos primeros años de funcionamiento de la institución. Les acusaban de haber creado una agencia de colocación de socialistas. Acusaciones que, casualmente, desaparecieron cuando los populares consiguieron acceder al Gobierno central en 2011.

Un par de años después, en 2013, el Ayuntamiento de Jávea, gobernado por el socialista José Chulvi, abandonaba el consorcio de Casa Mediterráneo después de haber aportado 400.000 euros que, según el Consistorio, no compensaban lo que la Casa del Mediterráneo había hecho por la villa marinera.