Una serie de catastróficas desdichas: La Dama de Elche

La Dama no va a volver a Elche. Al menos de momento. El alcalde, Carlos González, no tira la toalla. Así lo ha dicho en una rueda de prensa de urgencia después de conocer que el Ministerio de Cultura, a través del departamento de Bellas Artes, se opone a la cesión por su «estado de conservación» y porque el traslado podría «degradar la pieza de forma irreversible». Argumentos que se esgrimen ahora por parte de los técnicos para negar una cesión temporal del busto, pero que no se habían planteado en los años en los que el gobierno municipal y el central están a vueltas con la Dama. Porque este tira y afloja no es cosa de la coalición de PSOE y Compromís de las dos últimas legislaturas. Mercedes Alonso, la alcaldesa del Partido Popular, ya aseguraba en 2014 -siempre previo a las elecciones municipales- que los contactos con el entonces ministro de Cultura también popular, José Ignacio Wert, estaban yendo por buen camino y la pieza podía estar cerca de regresar temporalmente a la ciudad. El actual presidente del Partido Popular en Elche -coordinador de Cultura en la etapa Alonso- ha atacado al gobierno actual por haber creado «falsas expectativas» a la ciudadanía por asegurar que la Dama se expondría en Elche a finales de este año. Sin embargo, la batalla viene de lejos. El actual gobierno también quiso hacerse con los méritos de un posible retorno del busto. Los movimientos comienzan a producirse durante el ejecutivo popular de Mariano Rajoy allá por 2017; también a poco más de un año de las elecciones municipales. Porque la Dama siempre ha sido una de las piezas más importantes del arte íbero y de las campañas electorales. Las negociaciones del actual alcalde comenzaron con Íñigo Méndez de Vigo. Carlos González solicitaba una cesión temporal del busto, mientras que sus socios de Compromís apostaban por el traslado definitivo. Pero ni una cosa ni la otra. Entre todo esto, una hormiga entró en escena y en la urna de la Dama ubicada en el Museo de Arqueología Nacional (MAN). Un visitante captó el momento en un vídeo y se hizo viral. El gobierno municipal no tardó en pedir explicaciones y en asegurar que quizá en Elche estaría mejor. La dirección del MAN investigó lo sucedido y zanjó la polémica asegurando que el insecto accedió a través del mecanismo que tiene la urna para mantener la humedad. Pero ni la hormiga logró que el ministerio de Cultura bajara la guardia y acercase posturas. Además, en 2018 el gobierno popular de Mariano Rajoy saltaba por los aires con una moción de censura impulsada por los socialistas de Pedro Sánchez después de conocerse las investigaciones del caso Gürtel. Conformado un nuevo gobierno, en este caso del mismo color político que el ilicitano, parecía que la Dama estaba más cerca de regresar a Elche. Al menos eso se repetía en las ruedas de prensa. Las negociaciones se iban a retomar con el primer ministro de Cultura del ejecutivo de Sánchez, Màxim Huerta. Sin embargo, en unos días, el también escritor abandonó el gobierno tras conocerse que eludió pagar a Hacienda empleando una sociedad para tributar. Rápidamente cogió su cargo José Guirao. Un perfil más experto en materia cultural que supeditó el regreso del busto a que se acompañase de una gran exposición del arte íbero, a que se cuidasen todas las medidas de seguridad en su traslado y a que se adecuase el espacio para su exposición. Lo dijo en Elche en una visita al Museu de la Festa. Sin embargo, parecía desconocer que ya desde su Ministerio se había reclamado tiempo antes, durante la primera legislatura de Carlos González, estas condiciones que estaban en marcha con un plan museográfico y museológico que el gobierno municipal estaba culminando. De hecho, se había constituido una Comisión Bilateral Ayuntamiento-Generalitat para sumar esfuerzos y lograr el objetivo del regreso del busto. Pero de nuevo llegaron las elecciones y había que volver a empezar. Ahora había que negociar con José Manuel Rodríguez Uribes. Filósofo del Derecho con escaso conocimiento en la materia cultural. En esta ocasión, el alcalde llegó a entrevistarse en Madrid con el ministro acompañado de los responsables de Patrimonio del gobierno valenciano. Fue quizá el contacto que parecía más cercano de lograr el traslado. Rodríguez Uribes se mostró a favor del traslado de la pieza, pero de nuevo se supeditó la decisión final a los técnicos. Y este ha sido siempre el gran escollo. Los expertos del departamento se oponen de manera frontal a este tipo de acciones. También ahora con el ministro Miquel Iceta. Consideran que pondría en peligro las obras y se desmembrarían las colecciones nacionales. De hecho, en los últimos meses, la que fuera directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco, presentó su dimisión, entre otras causas, por estar en contra de la cesión de la Dama a Elche. Aun así, quien le ha relevado en el cargo tampoco se ha mostrado favorable hasta el punto de que se ha desestimado su traslado «por su actual estado de conservación». Una respuesta que ya ha tenido réplica por parte del gobierno municipal que alertados han solicitado un informe que determine la situación actual de la pieza. Ni la administración local ni la autonómica entienden ahora, después de todo el recorrido en el que la Dama ha estado a veces -según los discursos políticos- cerca de su regreso a la ciudad, que se alerte de su mal estado de conservación cuando nunca se había puesto sobre la mesa. Además, tampoco comprenden por qué fue factible su exposición en Elche en 2006, con menos avances técnicos para su protección, y no lo es ahora más de 15 años después. El alcalde seguirá insistiendo porque lleva más de seis años haciéndolo. Es quizá algo ya personal -aunque también político- porque consideran que si la Dama se expone en Elche, además coincidiendo este año con el 125 aniversario de su hallazgo, va a suponer un revulsivo para el turismo en el municipio. Pero de momento, habrá que seguir poniendo en valor el patrimonio con el que ya cuenta la ciudad. De hecho hay colectivos que reclaman menos Dama y más protección de los valores culturales con los que ya tiene Elche. Pero eso, ya es otra serie.

Una serie de catastróficas desdichas: La Dama de Elche

Un recorrido por los últimos años en los que los gobiernos municipales han apostado por la cesión de la Dama a la ciudad sin lograrlo

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