Guerra total en el Badajoz: la plantilla "echa" a los nuevos dueños

Su próximo rival poco piensa en la Cultural. El CD Badajoz arde en llamas en su seno tras el total rechazo que jugadores, técnicos y aficionados han mostrado a los nuevos dirigentes, los inversores a los que el encarcelado Joaquín Parra vendió el club con el "temido" Luis Oliver en la sombra. Después de unos días de desencuentros, la plantilla ha dicho basta y después de lo manifestado antes y durante el choque de anoche frente a la UD Sanse hoy salieron a la calle.

Los futbolistas del cuadro pacense se concentraron en el Ayuntamiento de la ciudad para recibir el respaldo de autoridades e hinchas. Allí se escucharon testimonios muy crudos contra los nuevos dirigentes. Nadie se mordió la lengua porque, como gráficamente expresó José Antonio Pardo, "la única solución es mantenernos unidos y matar o morir". Los deportistas se sienten engañados y desconfían: "nos han dicho que a la primera plantilla no le va a faltar de nada, pero venimos para que haya un futuro para el juvenil, el femenino y los trabajadores, que no nos prometan el oro y el moro porque cuando puedan van a incumplirlo y cuando no recojan los frutos que ellos creen van a dejar el club en la más miserable de las ruinas y van a desaparecer. La gente que ha entrado viene a poner patas arriba el club". Pardo, uno de los capitanes, ya coincidió con Oliver en el Extremadura UD, club que vive en la agonía.

En medio de este panorama (la fachada de El Vivero apareció con pintadas contra los propietarios), el grupo que lidera Diego García ha salido al paso para ofrecer la transmisión de los derechos y obligaciones de sus acciones a Daniel Tafur, el empresario que, en un principio, era el elegido para comprar el club a Parra. En un comunicado señalaron que tenían "preparado el pago de la nómina para el 4 de febrero, así como el dinero para levantar la suspensión de los derechos federativos y fichar a 5 internacionales absolutos y sub-19 con sus países respectivos".