Si él pide un refresco y ella una cerveza, casi siempre se lo sirven al revés
El estudio 'Mujeres Cerveceras: desmontando mitos y leyendas' confirma la existencia de ciertos micormachismos

¿Por qué los camareros dan por hecho que la cerveza es para ellos? / ARTE CON M

Madrid
A veces basta con un ejemplo cotidiano para ilustrar que la sociedad sigue siendo machista. Un ejemplo que puede corroborarse en cualquier bar o terraza porque, según el estudio Mujeres Cerveceras: desmontando mitos y leyendas, a tres de cada cuatro mujeres les han servido las bebidas al revés cuando, compartiendo mesa con un hombre, ella ha pedido una cerveza y él un refresco.
Más información
Este micromachismo es, probablemente, la conclusión más llamativa del estudio difundido por Ambar e ilustrado por Marta Tapia, conocida como Arte con M. Un trabajo basado en los resultados una encuesta realizada a 300 mujeres de entre 20 y 50 años que también indaga en sus preferencias de consumo.
Para el 100 % de las mujeres la cerveza no es una bebida de hombres o mujeres, sino que es "cosa de ambos". Pese a ello, una de cada tres ha notado cómo la gente se extraña al pedir una cerveza si va sola.
El 56 % de las consumidoras de cerveza, según el estudio, prefiere la cerveza rubia tradicional y se decanta por esta bebida porque le gusta su sabor (56 %) o porque le resulta más apetecible que otras bebidas (34%). Cuando la bebe, además, suele disfrutarla tomándola directamente de la botella (45 %).