“Huimos antes de que nos obligaran a ir al ejército y morir en la guerra"

Melilla

Entre los que esperan salir de Melilla hay muchos niños, más de 500, la mayoría sirios y palestinos. Los que están con sus padres en el CETI saldrán algún miércoles, que es el día de los traslados, pero hay varios casos de menores que llegan solos, sin nadie que les acompañe y que están bajo la tutela de la ciudad autónoma.

"Tengo 16 años y me he escapado de Siria por la guerra. Somos de Kubani, entré aquí sólo, hace cinco meses, mi padre está en Marruecos y el resto de la familia está en Siria, querían sacarme de Siria como fuera para no morir en el ejército", dice Mohamed, nombre figurado, que apura un plato de falafel en uno de los puestos de comida que un grupo de kurdos ha creado a la puerta del CETI. Mohamed acude cada tarde a la puerta del centro a hablar con sus compatriotas aunque él realmente vive en el Centro de Menores La Purísima de la ciudad autónoma.

"Entramos juntos hace ya cinco meses, hace un año que salimos ya de Siria, tuvimos que huir para que no nos obligarán a entrar en el ejército e ir a la guerra. Mi familia me ha pagado el viaje para evitar esto y para que llegue a Europa y pueda estudiar. Parte de mi familia está en Turquía y otros en Alemania. Quiero salir del centro de menores e irme a Alemania", afirma Saleh, otro nombre figurado para este menor de 17 años, también kurdo sirio.

Son sirios, huyen de la guerra pero de momento no son refugiados, son MENAS, Menores Extranjeros No Acompañados, a los que la ley española protege como menores antes de extranjeros u originarios de una zona en conflicto. Al llegar sin familia, al menos de momento, su tutor es la administración, en este caso, la ciudad autónoma de Melilla y por ello permanecerán por el momento en un centro de Menores. Ellos no saldrán en esos traslados de cada semana desde el CETI, seguirán en el centro de menores de Melilla hasta que entre algún familiar y los reclame, previa prueba de ADN, o cumplan la mayoría de edad y se les dé un permiso de residencia o tramiten el asilo.

Como Mohamed y Saleh sólo en 2014 entraron en España, según la memoria de la Fiscalía General del Estado , 818 menores extranjeros no acompañados procedentes de Siria, la mayoría entró por aquí, por Melilla. Muchos entran solos y los llevan al centro de menores La Purísima donde después los reclaman los padres que entran antes o después. En el caso de Mohamed y Saleh, 16 y 17 años, están solos, es decir, en desamparo y quedan bajo tutela de la ciudad autónoma. Es la otra cara de esta entrada continuada de personas que huyen de la guerra y que, en este caso, envían primero a sus hijos para ponerlos a salvo.

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El miércoles, día de salida desde el CETI

El miércoles es día de salida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla. Un reducido grupo muestra la mayor de las sonrisas, son los entre 150 y 180 internos que esta media noche saldrán en ferry hacia Málaga, las otras 1.600 personas que se quedan en el CETI volverán a esperar su oportunidad a la próxima semana.

Mohamed, de Alepo, con mujer y tres hijos, lleva tres meses en el CETI. Mahmud, de Dasmasco, dice que acumula ya cinco meses en Melilla y que, como no ha pedido asilo por miedo a que le obliguen a quedarse en España, lo están reteniendo en el centro. Son sólo algunos ejemplos de las historias de sirios que en las últimas horas se han concentrado de nuevo en la céntrica Plaza de España de Melilla exigiendo que les permitan viajar a la Península. Unos se quieren ir a Alemania o Suecia, otros, como Salah, de Alepo, quieren quedarse en España pero después de dos meses no le permiten salir de Melilla. Los que tienen la tarjeta roja de peticionario de asilo tienen por ley libertad de movimiento en el territorio nacional, pero no les permiten salir de esta ciudad autónoma. "Son traslados arbitrarios y se está vulnerando la ley", se quejan reiteradamente las ONG que trabajan en Melilla. ACNUR reclama que sean trasladados a Península y se les dé la acogida humanitaria que exige la ley.