Bruselas limita a sirios y eritreos el reparto obligatorio de asilados
España tendría que aceptar 4.288 personas para ser solidaria con Grecia y con Italia, únicos dos países que podrán "comunitarizar" asilados
Refugiados sirios recién desembarcados esperan a los guarda costas en la isla de Kos (Grecia) cerca de la frontera con Turquía el 6 de mayo de 2015. / YANNIS KOLESIDIS (EFE)
Bruselas
La propuesta es de mínimos. La Comisión Europea fija un techo de 40.000 personas al reparto obligatorio de inmigrantes con derecho a protección y asilo y precisa que los gobiernos solo estarán obligados a aceptar ciudadanos de Siria y de Eritrea.
El equipo de Juncker intenta conseguir la luz verde de los Estados miembros proponiendo activar un Mecanismo de Emergencia para Italia y para Grecia de duración de dos años. Esta propuesta no será retroactiva, es decir que el reparto no afectará a los ciudadanos con derecho al asilo que ya se encuentran en estos dos países ni tampoco podrá abarcar otras llegadas parecidas a países distintos de la UE porque la obligatoriedad de este reparto queda acotada a un "Mecanismo de Emergencia" previsto en el Tratado Europeo que puede utilizarse ante "situaciones de crisis graves". La Comisión entiende que este es el caso en Italia y en Grecia y pide a los gobiernos que aprueben este instrumento cuya aplicación lleva incluida el reparto obligatorio.
La decisión debe tomarse por mayoría cualificada tras un proceso de negociación que puede ser complejo y en el que España deberá pelear para imponer sus propios criterios de reparto ya que las exigencias del Ministro Español de Asuntos Exteriores, García Margallo, no han sido recogidas dentro del proyecto de ley.
El "Mecanismo de Emergencia" es un instrumento que hasta hoy no sido utilizado nunca y ante el temor que sus criterios sirvan de referente permanente para el futuro España quiere que en la clave de reparto de inmigrantes tenga mucho más peso el índice de paro y que también se prime un buen control de las fronteras exteriores dando por hecho que su gestión de la frontera en Ceuta y en Melilla se merece algún premio.
Pero modificar las claves de reparto puede ser un ejercicio muy complicado porque los gobiernos mantienen intereses cruzados y cualquier cambio que beneficia a un Estado puede perjudicar a otro si el objetivo de la negociación es reducir el número obligatorio de personas a acoger en situación de "crisis humanitaria grave".
Al margen de esta propuesta, la Comisión propone también a los gobiernos que usen los mismo criterios de reparto para acoger a personas que esperan su respuesta en los Campos de Refugiados de Naciones Unidas aunque en este caso la iniciativa de la Comisión no tiene carácter obligatorio sino el objetivo de afear la actitud de los gobiernos que hasta hoy nunca acogen asilados y valorar la de quienes como Alemania y Suecia si lo hacen de propia iniciativa. Una propuesta que en la práctica favorece la posición del gobierno de Merkel porque demuestra que su solidaridad en temas de asilo y de refugio es mucho más importante que la de otros países grandes.
