El Real Madrid reinicia la Liga

Nueve jornadas después, la Liga vuelve a comenzar. La victoria del Real Madrid en el Clásico comprime un campeonato en el que los dos cocos quedan solo distanciados por un punto. El conjunto de Ancelotti no solo se lleva los tres puntos, sino que sale del Bernabéu reforzado ante un Barcelona que flaqueó más de lo esperado a pesar de los detalles que ofreció en la primera parte, el único tiempo en el que Neymar, Messi y Luis Suárez mostraron frescura.

La gran novedad del partido fue el debut del uruguayo Luis Suárez en un Barcelona en el que Luis Enrique sacó brillo a los galones de Xavi y dejó en el banquillo a Rakitic. Además, puso en el costado izquierdo a un Mathieu que supo llegar con peligro al área del Real Madrid en la primera mitad. Ancelotti fue continuista respecto a lo visto en Anfield. Los únicos cambios, los esperados de Carvajal en el lateral derecho y Ramos -ya recuperado- en el centro de una zaga en la que hacía pareja con Pepe.

De todos ellos, el que se entonó más pronto fue el uruguayo, que no jugaba un partido oficial desde su mordisco a Chiellini en el Mundial. No habían pasado tres minutos cuando envió desde el costado derecho un balón a Neymar que el brasileño convirtió en gol. Lo hizo después de poner en evidencia a Carvajal y Pepe y tras armar un disparo ajustado e imposible para Casillas. Tres minutos y el 0-1 subía al marcador.

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Pero lo bueno de los Clásicos es que aunque un equipo se adelante pronto hay tanto talento en el campo que 87 minutos son más que suficientes para que se aparezca cualquiera de las estrellas del Madrid o del Barcelona y lo cambie todo. El primero que lo hizo tras el gol de Neymar fue Benzema.

En una misma acción, el francés lanzó estrelló el balón en dos ocasiones contra la madera. Primero, en un buen remate de cabeza. Después, con un disparo con la derecha que tocó en la cruceta. Se aprovechó el 9 del Madrid de la lentitud de la defensa del Barcelona para tener dos ocasiones en una.

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Y es que este Clásico -una vez más- fue un choque en el que la contención brilló por su ausencia. Demasiada pólvora sobre el campo. Los dos tridentes fueron demasiado para los hombres del centro del campo de ambos equipos. Por eso el juego, casi siempre, fue de portería a portería.

En una de esas acciones, Cristiano reclamó un penalti tras chocar con Sergio Busquets en el área del Barcelona. No lo pitó Gil Manzano. Sí lo hizo, sin embargo, cuando Piqué interceptó con la mano un centro desde la izquierda de Marcelo. Pena máxima indiscutible. No desaprovechó la ocasión Cristiano para empatar el partido y seguir en su romance con el gol. Lleva once partidos consecutivos marcando.

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Hasta el descanso, solo un remate de James hizo levantarse al público. No conectó bien con la bola aunque lo tenía casi todo para batir a Claudio Bravo. Ocurrió todo lo contrario en la reanudación, cuando a los cinco minutos Pepe remató de cabeza un saque de esquina lanzado por Kroos. Fue el segundo tanto de los blancos, que de esta manera le daban la vuelta al marcador. Era el 2-1.

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Se vino arriba el Real Madrid. Y más cuando Casillas desvió de forma espectacular un gran zurdazo de Mathieu desde fuera del área. Pero del susto para los blancos se pasó en solo un suspiro al 3-1. Entre medias saltó Rakitic al campo en sustitución de Xavi Hernández. Le tocó al croata botar un córner que no tuvo peligro para el Barcelona, sino para el Madrid, que armó una contra letal.

Fue letal porque Isco le robó la cartera a Iniesta para dársela a Cristiano. El portugués combinó con James y este metió la bola en profundidad para un Benzema que no perdonó. Su disparo cruzado fue imposible para Bravo y el tercero para el Real Madrid.

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Dos goles de renta y 25 minutos que corrían a favor de los de Ancelotti y en contra de un Barcelona al que le parecía faltar fuelle. No había recibido ningún gol en toda la Liga y llevaba ya tres en contra en el Bernabéu. Además, los de Luis Enrique se estaban viendo desarbolados jugada tras jugada... Para 'arreglar' la situación blaugrana, Andrés Iniesta se tuvo que retirar con molestias.

Eso influyó para que el partido fuera hasta el final una fiesta para el Bernabéu, que aprovechó la falta de emoción para ovacionar a su querido Isco y a un Benzema en racha. El Barcelona no hizo nada para aguar esa fiesta. Ni el marcador ni su juego lo permitieron. Porque los de Luis Enrique no dieron la medida y sufrieron en Madrid su segunda derrota de la temporada. En el segundo partido en el que se medía a un coco. El otro fue el PSG, ante el que cayó en la Champions por 3-2.

Con su victoria en el Clásico, el Madrid reinicia la Liga. Se queda a solo un punto del equipo azulgrana y con la sensación de estar muy enchufado. Si el Barcelona se repone del golpe, el campeonato promete ser apasionante. Y más si el Atlético, el Sevilla y el Valencia siguen emperrados en colarse en la fiesta de los dos grandes.