La Pazana: un balneario a la espera de un futuro con el éxito del pasado

Logroño

La Crónica del Señorío de los Luna Cornago nos lleva a visitar La Pazana. Este lugar, que gozó de un gran éxito a inicios del siglo XX, se encuentra actualmente a la espera de un futuro mejor. En los últimos años, sus dueños han intentado obtener el permiso de aguas medicinales para poder explotar el lugar como balneario. El gobierno de La Rioja ha denegado esa declaración alegando que las cualidades no son aptas para el consumo.

La fundación de la Pazana data del año 1866, su historia comienza bien, con una boda, la de los propietarios del terreno donde se encuentra dicha fuente de aguas sulfurosas "que huele a huevos podridos", y que en principio repele su acercamiento por su fétido olor (que no sabor).

La casualidad (o bien el conocimiento transmitido por la experiencia de saber que dichas aguas eran potables y saludables) hizo que, enfermando un animal de la casa (una cerda), Braulio le dijo a su mujer que iba a bajar una garrafa de agua de dicho paraje para que se la diera a beber al animal, a ver si curaba. Y efectivamente curó (no conocemos la enfermedad que padeciese el animal, pero el hecho es que el beneficio de tomar dicha agua fue milagroso). Este hecho impulsó al matrimonio a pensar que dichas aguas pudieran ser beneficiosas para el ser humano también.

En la primera década del siglo XXI, una nueva propiedad intentó darle un nuevo impulso al balneario. Pero en 2015 la administración denegó la declaración de agua minero-medicinal para el manantial de La Pazana.