No se la merece, pero la trinca

Galicia

Crear la Oficina del Español en Madrid solo fue una idea ridícula durante algunos minutos; hasta que Toni Cantó salió a dar la gracias porque pensasen en él para dirigirla. Entonces pasó a ser una genialidad, porque el hombre expresó su agradecimiento a través de un tuit antológico, memorable, salpicado de comas mal puestas. Había que verlas, casi indistinguibles de cacas de mosca. A veces la realidad es poética: Cantó va a dirigir un chiringuito pensado para defender el español quizás de gente como Cantó. Pena que acabase borrando el tuit. Una coma fuera de sitio, que corta la corriente hacia el predicado, como si le dijese al sujeto «dispara si tienes huevos, mamarracho», es un recuerdo de que su autor es mortal. En este sentido, el tuit tenía la fortuita utilidad de recordarnos que Cantó, en cierto modo, es un bárbaro. Supongo que hasta las propias comas le susurraron «Pero qué haces, animal, quítanos de aquí, que nos van a matar». Y eso hizo. Después de todo es un hombre humilde, que incluso acepta, seguramente, que Ayuso se ha pasado, que él no se merece dirigir una Oficina del Español, pero que como señor del PP, la trinca, solo faltaba.