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Malditas brujas

La manía mortal de las brujas en Occidente nace con el desplazamiento de la responsabilidad de las crisis de la sociedad renacentista de la Iglesia y el Estado hacia demonios imaginarios con forma humana. Su impacto perdura hasta nuestros días

Fotografía Gustav Carl Henningsen / .

Madrid

El punto álgido de la manía mortal de las brujas en Occidente consistió en desplazar la responsabilidad de las crisis de la sociedad renacentista, no medieval, desde la Iglesia y el Estado hacia demonios imaginarios con forma humana. Su impacto perdura entre nosotros en formas muy variadas, incluyendo pantallas, lenguaje y explotación turística.

Los horrores de las dos guerras mundiales infantilizaron a los personajes tradicionales; el cine modernizó entonces a las brujas y difundió un nuevo personaje, la bruja blanca que hace el bien. Hasta el siglo XX una bruja no podía ser bondadosa.

Alianza Editorial

Las brujas de la pantalla, de la Kim Novac de Me enamoré de una bruja a la Carmen Maura de Las brujas de Zugarramurdi, deforman convenientemente una realidad histórica terrorífica, la de las decenas de miles de personas, en su mayoría mujeres, que fueron ahorcadas y estranguladas para luego quemar sus cadáveres. La imagen casi inevitable del cine quemando personas vivas no responde a la realidad, ya que espectáculos semejantes eran extraordinarios.

El antropólogo danés Gustav Carl Henningsen, a sus 84 años, se mantiene como el especialista más veterano en la "brujomanía" histórica española, alumno y heredero intelectual de Julio Caro Baroja. Charla con nosotros desde Málaga, su residencia actual, junto a su esposa madrileña Marisa Rey, una de las principales expertas en narrativa tradicional noruega y en aspectos del matriarcado.

Malditas Brujas

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Paqui Ramos busca brujas en Trasmoz, una aldea tocada por la historia más de lo que cabría suponer, donde decidieron hace años que la simulación de hoguera y ahorcamiento para finalizar el espectáculo de su Feria de Brujería a los pies del Moncayo, resultaba demasiado realista para los tiempos que corren. Ahora las hacen interpretar un final más parecido al mundo de Harry Potter. Se enfrentan al problema de falta de vecinas para brujas, que recuerda a la distribución de papeles femeninos en el pueblo de Amanece que no es poco.

 
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