Todo para Susana, fuera López, fuera Sánchez

Pues ya está. Todos los pesos pesados del PSOE, desde los ex presidentes González y Zapatero, hasta los vices Guerra o Rubalcaba, más presidentes y ex presidentes de comunidades autónomas, ministros y un largo etcétera de lo que se conoce en cualquier empresa como alta dirección o, para decirlo en plata, los jefazos, apoyaron ayer de manera absoluta, total y rotunda, a Susana Díaz.

En tus manos depositamos nuestro espíritu, han dicho, que es el de volver a La Moncloa. Claro que esta conjunción de tanto notable permite otra lectura: no queremos, ni verlos, fuera, a los otros dos candidatos. Ninguneemos a López, que es verdad que es buen chico, pero se precipitó, y lanceemos a Sánchez, a ver si conseguimos que pinchazo a pinchazo se nos desangre a mitad del camino.

Así que ayer todos arremolinados alrededor de la gran esperanza blanca, foto de que estaban en primera fila, porque la esencia del partido, ésa que es sólo suya, les necesita. Recen a los dioses para que la apuesta de colocar todos los huevos en una sola cesta, la de su protegida y entronizada Susana Díaz - ¿alguna propuesta en su discurso, alguna línea programática, quizá una solución a algunos de los problemas que nos acechan?- gane la carrera de las primarias. Porque si pierde, habrá perdido toda la nomenclatura.

Y entonces, sí, tendrán un problema. Enorme.