Lo que hay que saber para ofrecer una ayuda efectiva a los refugiados

Madrid

Una de las cosas que ha dejado clara la actual crisis de refugiados es que la solidaridad ciudadana se ha puesto por delante de los procedimientos de asilo, de sus tiempos y de sus trámites. Pero la atención a los refugiados no es algo de ahora, ni se circunscribe solo a quienes escapan de la guerra en Siria. Según datos de ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados) del año 2014, unos cuatro millones de sirios han huido de ese conflicto, pero más de dos millones y medio han salido de Afganistán o más de un millón lo han hecho de Somalia, entre otros países.

Según Cruz Roja, España recibe a unos siete mil solicitantes de asilo al año en sus fronteras y aeropuertos, aunque poco más de mil quinientos lograron el estatus de refugiados en nuestro país el año pasado. Ahora, con el reparto previsto de unos 120.000 más por toda Europa siguiendo los criterios de la Comisión Europea, España se prepara para un esfuerzo adicional, y ahí es donde va a jugar un papel destacado la colaboración ciudadana.

¿Qué puedo hacer yo?

La donación o colaboración económica con las ONG que atienden a refugiados y realizan programas de integración en los países de acogida (Cruz Roja, CEAR, ACCEM o ACNUR) suele ser la opción más fácil y directa. Con el dinero, las distintas organizaciones no solo apoyan a los refugiados cuando llegan a los lugares de asilo, sino que también contribuyen a las operaciones de asistencia que se llevan a cabo en el exterior. Jaime Bará, subdirector de Cooperación Internacional de Cruz Roja en España, señala que "las donaciones económicas son muy importantes para las organizaciones sin ánimo de lucro, porque permiten adaptar la respuesta a cada necesidad. Cada día, las rutas migratorias cambian y buscan otros lugares, y es muy importante poder dimensionar la respuesta a través de aportaciones económicas que nos permiten diversificar".

Algunas ONG también contemplan la aportación en especie: la entrega de alimentos, ropa, mantas y otros productos para los refugiados.

Una tercera pata de la colaboración ciudadana consiste en convertirse en voluntarios. Hay organizaciones, como Rescate Internacional o Desarrollo y Asistencia, que ponen a un voluntario junto a cada refugiado, para informarle y ayudarle en su integración y en la vida cotidiana. Cruz Roja ha creado lo que se conoce como 'familias de tutela', cuyo objetivo es apoyar a las familias de refugiados en cuestiones como la traducción o en la realización de gestiones, acompañarlas a los centros de salud, etc. Jaime Bará recuerda que "estas familias tienen muchas necesidades cuando llegan a España. Necesitan apoyo psicológico y psicosocial, y también actividades relacionadas con el aprendizaje del idioma, la cultura y las leyes, para que se adapten lo antes posible".

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¿Puedo ofrecer mi casa?

En la crisis migratoria que estamos viviendo, muchas ciudades se han declarado 'ciudades cooperantes' para ayudar a los refugiados. Estos municipios, junto con empresas e instituciones, ofrecen su colaboración a las organizaciones humanitarias de cara a la atención de los migrantes una vez que lleguen a nuestro país. Una colaboración que no se limita a lo económico, sino que se extiende por el plano administrativo, en el caso de los ayuntamientos. Algunos organismos públicos y empresas han ofrecido parte de su parque de viviendas vacías para el alojamiento urgente y temporal de los refugiados una vez que se encuentren en nuestro país. Hay ciudadanos particulares que también han puesto a disposición de las ONG sus segundas viviendas no habitadas.

Lo que no es muy común es utilizar el hogar habitual para acoger a una familia de refugiados. Ubicar a una familia en una casa en la que ya vive otra familia es algo muy complicado, y sólo se hace en casos urgentes y como último recurso. Según el subdirector de Cooperación Internacional de Cruz Roja, "se ha llevado a cabo en casos de emergencia internacional. Durante la crisis albano-kosovar, en Albania había familias que, por vínculos familiares o de amistad, acogían a refugiados albano-kosovares en sus viviendas con el apoyo de ACNUR. Es una solución de último recurso, porque es una situación que no se puede mantener mucho en el tiempo. Está contemplada en casos de emergencia cuando no hay otra alternativa, porque esa alternativa es mejor, siempre, que los campos de refugiados".

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