"Más palabras y menos pastillas" ante los problemas de salud mental

Salud mental en el centro de las políticas, es lo que exige una realidad que apunta a un aumento de las atenciones y un cambio en las necesidades. Datos en Navarra sobre la mesa que preocupan. El año pasado la actividad asistencial aumentó en un 7´6%, se realizaron más de 163.000 consultas a nivel ambulatorio y hubo 916 personas atendidas en los hospitales de día. Además, hubo más de 1.100 ingresos en las unidades de especialización de corta, media y larga estancia, señala, en La SER, Iñaki Arrizabalaga, gerente de Salud Mental. Arrizabalaga asocia este incremento de la actividad a una mayor implicación por parte de los profesionales y a los cambios en los modelos organizativos. Además, ha asegurado que este año se ha reducido un poco la demanda, con respecto al año anterior, y, con respecto a las listas de espera, «también se está observando una tendencia a la baja». En cuanto al perfil de los pacientes, Arrizabalaga ha destacado un aumento de los síntomas en trastornos mentales comunes, como los ansiosos y depresivos no graves. Y aunque los trastornos mentales graves se han mantenido, Arrizabalaga apunta que sí han aumentado los trastornos complejos, «donde aparecen trastornos mentales graves con adicciones y, además, con personalidades complejas». Este aumento, según Arrizabalaga, ha provocado una sobrecarga en los recursos asistenciales debido a la dificultad de manejo de los pacientes con este perfil. El gerente de Salud Mental también ha apuntado los cambios en la manifestación sintomática, especialmente en el ámbito infantil y juvenil, y ha insistido en las diferencias entre las conductas autolesivas y las suicidas, ya que las primeras están vinculadas con «la gestión del malestar». Y ha añadido que ha habido un incremento de los comportamientos relacionados con las conductas suicidas. Arrizabalaga ha asegurado que uno de los principales retos en la salud mental es la necesidad de una reorganización y reestructuración en el sistema. Ha destacado esa reestructuración en la atención infantojuvenil, donde considera que es importante un cambio a nivel asistencial, relacionado con la prevención y la promoción y con la coordinación interdepartamental como Derechos Sociales, Educación o Políticas Migratorias. «Con el fin de que entendamos que tienen que darse repuestas globales», ha añadido Arrizabalaga. Aunque el ámbito infantojuvenil no es el único en el que Arrizabalaga considera que se necesitan cambios. Con las adicciones «hay que reorganizar todo el modelo asistencial para dar respuesta a las nuevas adicciones y a las nuevas manifestaciones de las conductas adictivas, como por el uso de nuevas sustancias». Arrizabalaga ha destacado la importancia la mirada que se le da a la salud mental para tener en cuenta la humanización, la participación de los usuarios y para permitir la visibilización de la salud mental de un modo positivo. La asociación Mejorana, compuesta en exclusiva por personas con experiencias psiquiatrizadas y sufrimiento psicosocial, celebra el Día del Orgullo Loco en Pamplona. Esta jornada lúdica y reivindicativa, según Sandro Iaboni, miembro de Mejorana, busca reclamar «más palabras y menos pastillas», con una mayor atención por parte de psicólogos y psicoterapeutas para no caer en una «sobremedicación» con «pastillas que te duermen, porque la mayoría son antipsicóticos con efectos que te dejan como un zombie». Iaboni también ha denunciado que las personas con problemas de salud mental no sean vistas como enfermos mentales, sino como «personas que sufren problemas psicosociales, que vienen de algún trauma vivido durante su vida».