El parking subterráneo de la calle Sangüesa de Pamplona contará con 346 plazas

Pamplona

El Ayuntamiento de Pamplona, que asumirá tan solo el coste de las obras de mejora de la Plaza de la Cruz por unos 2,6 millones, ha iniciado el trámite del proyecto vecinal de aparcamiento subterráneo que, con 13,7 millones de presupuesto total, se construirá en la calle Sangüesa con 346 plazas para residentes y comerciantes.

Las plazas, de concesión por 75 años y a las que se sumarán otras 45 para motocicletas, se distribuirán en cuatro plantas subterráneas, con acceso y salida de los vehículos por la calle Tafalla, donde también quedará uno de los accesos peatonales, mientras que el otro estará en la Plaza de la Cruz, donde "no se tala ningún árbol".

Lo ha dicho el alcalde, Enrique Maya, tras insistir que la obra, que durará 22 meses, es exclusivamente en el subsuelo de la calle Sangüesa entre las calles Tafalla y Navarro Villoslada, y por ello no afecta a los árboles de gran porte existentes en la plaza, que sí modificará su urbanización, especialmente en la reducción del tamaño del estanque que rodeo la cruz de hierro que le da nombre.

El proyecto de este aparcamiento se someterá a principios de 2023 a exposición pública durante el plazo de un mes para recibir aportaciones y sugerencias de la ciudadanía. El aparcamiento tendrá forma lineal, a lo largo de la calle Sangüesa, con 164 metros de longitud, 17,7 metros de ancho en una única calle central de 6 metros y una superficie de actuación que supera los 13.000 metros cuadrados.

Se ha previsto la adaptación del aparcamiento para un futuro parque automovilístico de coches eléctricos, pues dispone un transformador eléctrico y el diseño de la preinstalación eléctrica de todo el garaje, así como la instalación completa de 38 plazas en el primer sótano.

Según ha explicado el concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, Fermín Alonso, el proyecto genera una nueva urbanización en la plaza de la Cruz y su entorno, donde lo más novedoso es la reducción del estanque la zona central de la plaza, al que se dará forma cuadrada y se girará 45 grados, al igual que los alcorques para facilitar el tránsito diagonal a través de la plaza.

La zona central se pavimentará con adoquín cerámico con acabado superficial liso en color rojo y marrón. En el perímetro de la plaza el pavimento será como el de las aceras con granito gris y una anchura de ocho metros. En la calle Sangüesa se mantiene el vial, con plazas de aparcamiento en línea en el lado de las viviendas, si bien se eliminan en la parte del instituto, cuya acera y la de la propia plaza de la Cruz tendrá una anchura de 7,8 metros pavimentada también como losa y adoquín de granito. El resto de las aceras tendrán una anchura de 3,3 metros.

Maya ha recordado que la necesidad de un aparcamiento subterráneo en esa zona del Segundo Ensanche es una demanda vecinal que durante esta legislatura se ha trasladado al Ayuntamiento de Pamplona.

En agosto de 2021, una agrupación de vecinos y vecinas trasladó al Consistorio el interés de llevar a cabo esta infraestructura para aumentar la oferta de plazas de estacionamiento en la zona y paliar los problemas que les surgen al aparcar tanto a residentes como al resto de la ciudadanía.

Preguntado al respecto, el alcalde ha asegurado que el apostar por esta obra no significa la renuncia a un aparcamiento subterráneo en la Avenida de Galicia" que en su día también se planteó, si bien parece más demandado al estar más edificada la zona de la plaza de la Cruz.

La pasarela de Labrita, para después de Reyes

Por otro lado, y preguntado por la reapertura de la pasarela de Labrit tras las obras para su restauración, el concejal Fermín Alonso ha explicado que tan solo quedan las obras de pintad y colocación del suelo, aunque al depender de las condiciones climatológicas y quedar días festivos de por medio no puede fijarse una fecha exacta por ahora.

"La buena noticia es que la vamos a abrir en condiciones de absoluta seguridad", ha dicho para añadir que los estudios del estado de la estructura y su reparación han permitido además tener datos objetivos sobre lo que había mal en esa pasarela" para reclamar por su deficiente construcción.