Ángel Iriarte, Cáritas: "Este convenio va a llevar al cierre del tercer sector"

Pamplona

El convenio de Intervención Social en Navarra, el primero que se ha conseguido en la comunidad tras seis años de reivindicaciones y dos de negociaciones entre patronal, Gobierno de Navarra y parte social, ha llegado hoy a juicio tras la impugnación de la patronal estatal que agrupa a organizaciones como Cruz Roja o Cáritas. A la espera de lo que dictamine el juez, el Gobierno de Navarra parte activa la negociación de este convenio, explica que de momento los servicios no se han visto afectados: "Los profesionales son profesionales, por lo que no se ha sentido ninguna consecuencia en lo que es la prestación de servicios, más allá claro de la inquietud y preocupación lógica que tienen como trabajadores", explica Carmen Maeztu, consejera de Derechos Sociales.

Eso si, avisa: "Si finalmente la sentencia da la razón a quienes han impugnado, tendremos que realizar la corrección, volver a licitar y ver cómo se resuelve. Desde Gobierno de Navarra haremos lo posible por seguir avanzando es esa mejora de las condiciones". Por su parte, desde el sindicato LAB no entienden el desmarque por parte de asociaciones como Cáritas. Oihan Ataun, portavoz sindicato, añade: "Cáritas tenía mecanismos para haber podido hacer en su caso lo que tenía que hacer. No entendemos que se descuelgue y luego se impugne. No tiene sentido". La negociación en todo momento estuvo abierta a la participación de todas las partes, por eso les sorprende dicen, la negativa.

Desde Cáritas, Ángel Iriarte, portavoz, critica que se les imponga un convenio "descabellado", dice que ellos llevan años pagando correctamente a sus trabajadores: "Si nosotros estamos pagando hoy más de lo que los otros van a pagar dentro de cuatro años...¿Por qué se nos impone a nosotros que pagamos lo mismo que lo demás?". Más de 50 personas trabajan en Cáritas Navarra, profesionales que tal y como admite Iriarte, están de acuerdo con las condiciones de su empresa: "Estamos hartos. Si nosotros llegamos a cuerdos con nuestros trabajadores...¿Por qué nos tienen que llamar de todo?¿Por qué nos tienen que hacer pintadas?¿Por qué nos tienen que pegar pegatinas?". Y añade que la imposición de este convenio "puede llevar al tercer sector a cerrar".