"No hay una mafia en la cárcel": Daniel Sancho rompe su silencio y habla sobre sus primeros seis meses en la nueva prisión
El chef, de 30 años, ha asegurado que se encuentra en un entrono "seguro" y "sano"
Fotografía de archivo del joven español Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta / SOMKEAT RUKSAMAN (EFE)
Han pasado ya seis meses desde que Daniel Sancho ingresó en la masificada cárcel de Surat Thani, después de haber sido condenado a cadena perpetua por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Ahora, el chef se ha pronunciado sobre su estancia en prisión, calificando el ambiente de "sano" y seguro".
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Fue el pasado 30 de agosto cuando Sancho era trasladado al centro penitenciario, uno de los de mayor seguridad de Tailandia, ubicado a 600 kilómetros del sur de Bangkok. Además del chef, se calcula que entre sus muros con alambradas de espino conviven más de 5.000 presos con condenas de entre 15 años y pena de muerte, que es legal en el país.
Sancho, sin embargo, se ha pronunciado sobre el ambiente "sano" que se respira en el centro. Así lo aseguró el pasado 21 de febrero. "Nunca me he sentido amenazado. No hay una mafia en la cárcel. Hay muchos guardias y los presos saben que el buen comportamiento les va a ayudar a reducir las penas", ha explicado el reo.
Una cárcel "opresiva", pero un ambiente "sano"
El español también ha incidido en una de las partes negativas de su estancia en el centro. Según ha explicado, la atmósfera en Surat Thani es "opresiva" debido al ruido continuo, en especial la megafonía, los gritos y los televisores del pasillo, que no dejan de escucharse desde la celda en la que actualmente convive con otros 16 presos.
Sancho, aún así, ha mostrado un aspecto saludable, al tiempo que ha confirmado que el ambiente dentro de la prisión, inaugurada en 2023, es "sano, sin drogas, tabaco o violencia". De hecho, ha confesado que se encuentra mejor en Surat Thani que en la prisión de Samui, donde ingresó el pasado 7 de agosto de 2023 a la espera de que tuviese lugar el juicio.
"Siempre hay agua corriente, no hay cortes de luz y está limpia. Además, la cárcel está organizada por los funcionarios y hay más orden que en Samui", ha explicado el chef, al tiempo que confirmaba que en el anterior centro penitenciario la organización quedaba delegada en los propios presos.
La cárcel de Surat Thani, a pesar de ser una de las más grandes de Tailandia, sufre el mismo problema que el 80% de centros penitenciarios del país: su masificación, según la Federación Internacional por los Derechos Humanos. Así, la prisión cuenta con un total de 4.618 prisioneros, y 616 reclusos, entre ellos Sancho, quien duerme en el suelo de su celda arropado con mantas.
La rutina de Sancho en prisión
En Surat Thani amanece a las 6:50 horas de la mañana, aunque no es hasta las 8:00 que se realiza un conteo en el patio. Las tradiciones de la prisión incluyen los cánticos del himno nacional y el del rey, así como un rezo budista y un repaso de las 20 normas del centro.
Durante su tiempo libre, el hijo del actor Rodolfo Sancho ha continuado con su ejercicio y la lectura. Según ha relatado, tienen tres comidas diarias, aunque pueden pagar por otros platos o productos (como café o pasta de dientes) gracias a los 500 bat (unos 14 euros) que reciben al día. A las 16:00 horas, se vuelve a realizar un conteo y vuelven a sus celdas hasta la mañana siguiente.
Según las declaraciones recogidas, Sancho comparte sección con otros 500 reclusos, entre ellos un austriaco y un australiano, este último condenado a pena de muerte por tráfico de drogas. "Cuando eres extranjero formas parte de otro sistema y hay otro trato", ha apuntado Sancho, quien también ha añadido que en la prisión son conscientes de que no pueden "hablar con casi nadie ni ver la televisión".
Aun así, al ser extranjeros tienen más tiempo para las visitas presenciales y las videollamadas. De hecho, Sancho ha asegurado hablar con su padre semanalmente, además de con su equipo legal, mientras continúa a la espera de que la defensa presente un recurso contra su sentencia.
