La ciudad fantasma de la 'fiebre del oro' que se ha convertido en un gran reclamo turístico
Este remoto pueblo atrae a cientos de miles de visitantes al año
La ciudad fantasma de la 'fiebre del oro' que se ha convertido en un gran reclamo turístico
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Con 9.525.067 km²de superficie, Estados Unidos forma parte de la lista de países más grandes del mundo. Conformado por 50 estados, las extensiones de terreno inhabitados son algo habitual en el país que habitan más de 334 millones de estadounidenses. Chema Rodríguez ha viajado a una de las ciudades más recónditas de Estados Unidos en el último programa de SER Aventureros, donde nos ha contado una historia de prosperidad, de asesinatos y de abandono.
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Se trata de la ciudad de Bodie, en California. "Es un pueblo fantasma que fue fundado a mediadas del siglo XIX durante la 'fiebre del oro', que llegó a prosperar rápidamente gracias a la minería y que, en su apogeo, llegó a tener hasta 10.000 personas viviendo", explicaba el colaborador. Rodríguez hace una panorámica de cómo era la vida en el pueblo en la década de 1870, una estampa muy distinta a la que se encuentran los curiosos que paran a día de hoy para visitar el fantasmagórico lugar.
Un lugar salvaje y caótico
Bodie se convirtió en una ciudad típica del oeste americano, "salvaje y descontrolado", con salones, casinos, prostíbulos y establecimientos comerciales, y donde se mezclaban todo tipo de gentes, desde mineros, empresarios, forajidos y comerciantes. Sin embargo, este dinamismo también la convirtió en una de las ciudades más peligrosas y caóticas del país. Chema Rodríguez cuenta que existe una frase que ha pasado a la historia Goodbye God, I'm Going to Bodie y que da nombre a un libro sobre la vida en el oeste más salvaje. Y es que, según Rodríguez, los robos y los asesinatos eran muy habituales.
En este curioso pueblo de California había servicios básicos como la escuela y la iglesia. De hecho, tal y como cuenta José Antonio Ponseti, el pueblo está muy bien conservado, sin necesidad de que hayan construido un plató cinematográfico, sino que lo que pueden ver los que se atreven a visitarlo es tal y como quedó cuando su población abandonó el lugar. Las últimas personas se marcharon de Bodie en 1940, con el fin de la 'fiebre del oro' y de los minerales, sus gentes comenzaron a irse, dejando lo que hoy en día se ha convertido en una atracción turística para los más curiosos. "Tiene una decadencia detenida. Como quedó en 1940, con un mantenimiento mínimo. Un sitio verdaderamente brutal", decía el colaborador.