Lo que nunca debes hacer si el parabrisas amanece cubierto de hielo

Los coches necesitan mantenimiento periódico de todos sus componentes. Unos tendrán una vida útil mayor que la de otros, pero todos deben de ser reemplazados o arreglados en algún momento para que puedan cumplir sus funciones correctamente. Unos de los que suelen cambiarse asiduamente, porque además no son demasiado costosos, son los limpiaparabrisas, que ojo, esconden más secretos en su buen cuidado de los que podríamos imaginar, puesto que de ellos depende buena parte de nuestra visión al conducir.

Lo recomendable es sustituirlos anualmente, pues aunque no hayan tenido un uso demasiado grande están expuestos al desgaste de encontrarse a la intemperie y los cambios de temperatura de las diferentes estaciones del año. Tarde o temprano la goma se endurece y empieza a chirriar, perdiendo también efectividad en su función de lavado y dejando manchas en el parabrisas, reduciendo visibilidad.

Igualmente, las escobillas pueden acumular suciedad y que estas se queden pegadas al cristal e incluso que crujan. Por ello, se puede usar un spray de silicona en un paño de microfibra y limpiarlas como forma más profesional, aunque también valdría con un paño suave con agua o una esponja con jabón especial para gomas. Además, hay otros asuntos más relacionados con las bajas temperaturas y el parabrisas que sí que pueden poner en riesgo nuestro automóvil.

Cuidado con las heladas

Los expertos apuntan a que, para tener un parabrisas de lo más limpio y cuidado, lo más recomendable es llenar el depósito del limpia con agua desionizada y no con la común del grifo que está llena de sales que no son del todo ideal. Además, esta podría combinarse con anticongelante y líquido especial para esta tarea para tener unos resultados óptimos y una capacidad de visión prácticamente perfecta. Aún así, esto no va a evitar ciertos percances que se producen en invierno.

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¿Has ido a por tu coche alguna mañana y te lo has encontrado totalmente helado? Una capa de hielo cubre el cristal y es difícil de quitar, incluso los limpias se pueden llegar a quedar atascados, por lo que hay muchas personas que optan por hacerse agua caliente y rociársela por encima. Craso error. Si haces esto, el contraste brusco de temperatura hará que el vidrio se rompa, teniendo un problema bastante más grande y un gasto que te hará un boquete en el bolsillo.

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Para quitar todo el hielo tendrás que tener un poco de más paciencia, pero merecerá la pena y no lamentarás mayores incordios. Enciende el aire acondicionado y dirige el flujo caliente hacia el parabrisas, solamente tendrás que esperar a que el calor vaya poco a poco derritiendo el hielo o la nieve hasta que la visibilidad sea correcta o puedas usar definitivamente los limpiaparabrisas, que ya sabes, también debes cuidar y has leído antes cómo.