El entramado Negreira cobró a 750 euros de media cada informe arbitral al Barça

Madrid

El sumario del caso Negreira pone cifras al precio por el que el hijo del exvicepresidente de los árbitros y el exdirectivo del club, Josep Contreras Arjona, que falleció el año pasado, vendían sus informes arbitrales. Javier Enríquez hizo 600 informes para el club de partidos de liga, copa, competiciones europeas y amistosos entre 2016 y 2018 que presentó ante Hacienda para justificar sus ingresos. El Barça pagó 450.000 euros a una empresa del exdirectivo por esos trabajos, pero solo 297.000 euros acabaron en las cuentas de Enríquez. El resto se lo quedó Contreras Arjona como intermediario de la operación. El precio por informe ronda los 750 euros.

Informes como el de Gil Manzano que pitó la final de copa contra el Sevilla en 2018. El documento dice que está "sometido a mucho estrés" porque compagina los estudios con el arbitraje y que "hace dos temporadas se le consideraba el árbitro con mayor proyección del fútbol español, pero que ahora está valorado como un internacional más". Añadía que "suele tener el intercomunicador abierto con el cuarto árbitro, por lo que escucha todo lo que se diga en los banquillos" o que "si hay alguna lesión importante parará el juego, puede ser útil utilizarlo si es necesario cortar alguna jugada o el ritmo del partido en algún momento".

Estos trabajos de la empresa de Javier Enríquez llamaron la atención del fisco que abrió una investigación al hijo del que fuera número dos de los árbitros españoles y a su empresa Soccercam de los ejercicios fiscales desde 2016 hasta 2019. Los inspectores reclamaron a Enríquez 100.000 euros que dejó de ingresar por el IRPF. La juez acordó el pasado viernes atribuir la condición de investigado a Javier Enríquez y atibuirle a la lista de delitos que ya se investigan el de blanqueo de capitales.