'Spider-Man: Cruzando el Multiverso': Marvel apuesta y gana con su joya de la animación

Madrid

Los superhéroes de Marvel, que han gobernado el cine comercial en la última década, empiezan a dar síntomas de agotamiento. Tras la traca final de Vengadores: Endgame y salvo alguna propuesta mimada -con la última de Guardianes de la Galaxia- , la expansión del universo Marvel en su propio multiverso, el de serie y películas conectadas, aboca a una saturación que pone en peligro la fidelidad de los fans. En medio de esta época incierta, la factoría tiene en sus manos una rara avis que sí que sabe elevarse sobre las demás gracias a su originalidad, frescura y estilo. Las historias animadas de Spider-Man. En 2018, la primera entrega, Un nuevo universo, sorprendió y arrasó en la temporada de premios, Oscar, Globo de Oro, Bafta, Annie... La propuesta visual del hombre araña afroamericano de Brooklyn, desarrollada en sus inicios por el español Alberto Mielgo, vuelve ahora con Spider-Man: Cruzando el Multiverso, una película más grande y ambiciosa, conscientes de que tienen algo grande entre manos.

En esta entrega, ha transcurrido un año y medio y Miles Morales se encuentra sólo tras los eventos de la película anterior. El multiverso está en orden, y todos los spidermans han vuelto a donde les corresponde. La tranquilidad del amigo y vecino arácnido se rompe cuando recibe la visita de una antigua amiga, Gwen Stacy, que le abrirá las puertas a un grupo de élite interdimensional formado únicamente por los mejores spidermans. Allí conocerá a su líder, Miguel O’hara, el Spider-Man del 2099. El enfrentamiento con una nueva amenaza provocará que Miles se enfrenté tanto a Miguel como a los spidermans de otras dimensiones, teniendo que redefinir su propio concepto de héroe, madurando y viéndose obligado a tomar las decisiones más difíciles.

‘Spider-Man: Cruzando el Multiverso’ no solo es capaz de recuperar todo lo bueno que planteó en su primera entrega y potenciarlo, sino que expande el universo en el proceso, con un arte más original y pulido, personajes más atractivos, mucha más acción y muchos, muchos más spidermans. La inversión por la saga está clara, y no solo está confirmada otra entrega para el próximo año (‘Spider-Man: Beyond the Spider-Verse’, título aún sin traducir), sino que ya se habla de varios spin-offs como un live action de Miles Morales o una película centrada exclusivamente en Spider-Gwen. Ahí vuelve otra vez el riesgo de un empacho que desdibuje esta saga con producciones relacionadas que amenacen su calidad.

El mérito de la saga viene por varios frentes. Ante un cine que repite fórmulas, el multiverso de Spiderman logra crear algo único, en animación, adaptado a un público joven acostumbrado al bombardeo de estímulos, y con una historia cautivadora. Para un personaje tan explotado, hay mil versiones de Spider-man, no es poca cosa generar algo diferente, genuino y con la suficiente personalidad para generar una experiencia. Un espectáculo visual que, cuentan los guionistas de esta última entrega, tiene potencial para seguir creciendo. Aunque en un principio la secuela a ‘Un nuevo universo’ iba a consistir en una única entrega, en medio del proceso creativo decidieron dividir los esfuerzos porque la película simplemente funcionaba mejor. En un tiempo en que las películas se parecen demasiado y se difumina la autoría con luces, CGI y escenas de acción o referencia baratas, hay algo en ‘Cruzando el Multiverso’ que va más allá. No solamente es cine palomitero con vocación de arrasar en taquilla o convencer a los fans, es una obra inteligente y emocionante que supone otro hito para el cine de animación.